F-104 Starfighter
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El F-104 Starfighter es uno de lo cazas más peculiares que ha prestado servicio en nuestro Ejército del Aire durante sus más de ochenta años de historia. Se hizo muy famoso además, debido a su protagonismo en la emblemática película 'Elegidos para la gloria'.
Este avión de combate monomotor nace en los Estados Unidos a mediados de los años cincuenta como consecuencia de la Guerra de Corea. En este conflicto se pone en evidencia la necesidad de contar con un reactor de interceptación que sea capaz de plantarle cara a los MIG-15 soviéticos. De este modo, el F-104 supone un salto cualitativo con respecto a los primeros cazas a reacción que entraron en servicio en los Estados Unidos a principios de los cincuenta, sobre todo en lo que se refiere al combate aire-aire.
Debido a su apariencia y a sus capacidades, al F-104 se le ha llamado a veces, 'el misil con un hombre dentro', llamando la atención el pequeño tamaño de sus alas y su forma alargada. Era capaz de doblar la velocidad del sonido y de subir a una altitud de hasta 65 000 pies.
Se fabricaron un total de 2580 Starfighters de todos los tipos llegando a ser uno de los aviones más importantes del potencial aeronáutico militar de las naciones occidentales. Lo adquirieron países como Alemania Occidental, Bélgica, Holanda, e Italia, y algo más tarde Noruega, Dinamarca, Turquía y Grecia. Empezó a volar en Estados Unidos en 1956 y acabó su vida operativa en Italia en el año 2004.
Cabe destacar que el Starfighter entró en combate durante la Guerra del Vietnam y que la NASA lo utilizó hasta los años noventa para hacer pruebas de vuelo supersónico y como ayuda en los programas de vuelo espacial.
Pese a todo este currículum, nuestro querido F-104 tuvo su leyenda negra. Cuando entró en servicio sufrió un número significativo de accidentes e incidentes en varios países, principalmente en Alemania. Por esta causa se le tuvo como un avión controvertido y se le achacó el defecto de ser un aeroplano con un diseño peligroso. De hecho fue conocido con el apelativo de 'widow maker' (hacedor de viudas). Se podría decir que era un avión que no permitía demasiadas equivocaciones.
Sin embargo, viéndolo con perspectiva, el Starfighter no era más peligroso que otros aviones militares de la época y la alta proporción de accidentes se puede achacar a una cantidad muy variada de factores.
Al mismo tiempo que el Starfighter empieza a fabricarse en Estados Unidos, el Ejército del Aire en España entraba en la era de los reactores. Concretamente en 1955 con la llegada de los T-33 Shooting Star, como aviones de enseñanza y entrenamiento y con los F-86 Sabre como aviones de combate.
En la siguiente década, los Sabres estaban empezando a quedarse anticuados para el combate, dada su reducida velocidad, escasa potencia de fuego y su falta de radar. Y es aquí cuando el F-104 hace su aparición en España.
Fueron 21 cazas F-104 Starfighter los que llegaron en tres envíos; el primero fue de cinco aviones monoplaza F-104 y dos biplaza TF-104 que arribaron embarcados en un portaaviones norteamericano de la misma clase que el Dédalo de nuestra armada, y fueron desembarcados en la Base de Rota el 15 de enero de 1965.
Formaron parte del 122 Escuadrón de aviones de combate ubicado en la Base Aérea de Torrejón (Madrid). En los siete años que estuvieron allí, completaron 17 500 horas de vuelo sin perderse un solo avión y solamente con algunos ligeros incidentes durante su vida operativa.
El día 31 de mayo de 1972 se disolvió oficialmente el 122 Escuadrón y se constituyó el nuevo 122 Escuadrón con los aviones F-4 Phantom. El día 1 de junio de ese año se celebró una ceremonia simbólica de devolución de todos los aviones a la USAF.
El conjunto de los 49 pilotos que volaron el F-104 en España fue un grupo especialmente brillante. De ellos, 22 alcanzaron el grado de general destacando tres jefes de Estado Mayor del Aire y un jefe del Estado Mayor de la Defensa.
Desde hace algunos años encontramos un F-104 en el Museo del Aire de Cuatro Vientos. Pero se trata de una aeronave que sirvió en la Luftwaffe alemana. Y desde hace tres años, uno de aquellos Starfighters que prestaron servicio en nuestro Ejército del Aire forma parte del museo de aeronaves del Ala 12 en la Base Aérea de Torrejón. Este aparato fue localizado en Grecia por miembros de nuestro ejército antes de ser desguazado. Seis miembros del Ala 12 y uno del Museo del Aire desmontaron el avión para que el Grupo de Automóviles pudiera trasladarlo por carreteras y mares de media Europa recorriendo más de 3000 kilómetros desde el país heleno.
Los mecánicos del Ejército del Aire se encargaron de todo lo demás y le devolvieron el esquema de pintura que lucía en su época y el numeral C8-12 pintado en su fuselaje.
Hay que decir a modo de curiosidad, que es necesario proteger en tierra con una buena cubierta los planos de este avión debido a que su borde de ataque está afilado como una cuchilla.
El 'hacerdor de viudas' no hizo honor a su nombre cuando sirvió entre nosotros y se ha ganado con creces un pequeño hueco en nuestra historia y en las instalaciones del Ala 12 junto al F-86 Sabre y el Phantom II.
A mediados de los años 60 se comenzó a gestar la idea de actualizar el paradigma de la aviación de combate y por ende el de la enseñanza de caza, modificado por los cambios introducidos en la forma de volar de los aviones de combate. Para ello se requirió utilizar un avión que estuviera a la altura tecnológica de los sistemas de armas más modernos del momento, y que además, fuera versátil y económico.
Esa idea se llevó a cabo a principios de 1965, año en que, ante la necesidad de sustituir a corto plazo los T-33 y F-86, el Ministerio del Aire anunció el contrato de compra de 70 aviones Northrop F-5 –Freedom Fighter- en versiones A (monoplazas) y B (biplaza para la instrucción), lo que permitió a la industria aeronáutica de la España de los años 60 dar un gran salto, al encargarse Construcciones Aeronáuticas (CASA) de la fabricación de este reactor supersónico.
Hoy, día 12 de noviembre, se cumplen 50 años de este emblemático avión en el Ala 23 de la Base Aérea de Talavera la Real (Badajoz), motivo por el que queremos hacer un homenaje meritorio al mismo y a todos los pilotos que forman parte de su historial de vuelo, así como a todos los especialistas que han ayudado a conseguir este hito.
Desde esos primeros años hasta el día de hoy, el F-5 está presente en la vida aeronáutica de todos los pilotos de caza del Ejército del Aire. El F-5: un avión moderno, de mantenimiento sencillo y polivalente, con una longitud de 14,38 metros, una envergadura de 8,10 metros, una altura de 4,01 metros, un peso en vacío de 3.792 kg. y 9.720 kg. al despegue, sin olvidar su velocidad máxima de 1.445 km/h y una autonomía de 592 km. de distancia con carga máxima, y de 2.250 km. en misión de traslado.
Este viaje en la historia del Ejército del Aire comienza en 1968, una vez realizada la firma de acuerdos, con el envío a la Base Aérea de Williams en Arizona (EEUU) de 18 “pioneros”, de los cuales 6 eran pilotos, a los que se les encomendaría la misión de aprender a volar de una forma nueva para poder, posteriormente, enseñar a volar. Por otro lado, 12 especialistas fueron los encargados de aprender el mantenimiento del avión.
No fue hasta el 12 de Noviembre de 1970 cuando llegaron los tres primeros F-5B a la Base Aérea de Talavera la Real desde la Base Aérea de Getafe, tras su fabricación. No obstante, esta Unidad se había estado preparando con anterioridad para recibirlos, adaptando las instalaciones y creando aquellas otras necesarias, como por ejemplo fueron una planta de oxígeno líquido y un nuevo polvorín.
Estos aviones formarían parte de la dotación asignada a la entonces Escuela de Reactores con 14 unidades para el Escuadrón 731, que tendría dedicación exclusiva a la enseñanza, y 13 unidades al Escuadrón 732, que debería mantener su capacidad de combate. Poco tiempo pasaría para que estos aviones alcanzasen índices de disponibilidad muy altos y nuestros pilotos supieran apreciar su valor.
Sería en 1971 cuando comenzó el curso de reactores nº 50 y primero en material F-5, y donde la enseñanza teórica cobraría una importancia inusitada hasta el momento, dadas las capacidades que ofrecía el nuevo sistema de armas.
En 1987 la Escuela de Reactores cambia de denominación y se convierte en Ala 23 de Instrucción de Caza y Ataque. Este cambio también afectará a la nueva denominación de los Escuadrones 731 y 732 que pasarán a ser los 231 y 232 respectivamente. Será al año siguiente cuando se cumplan las primeras 75.000 horas de vuelo.
Es en el año 2003 cuando llegan los cuatro primeros aviones modernizados. que integran nuevos equipos, entre los cuales destacan los sistemas de navegación VOR/ILS y Tacan, sistemas de comunicación V/UHF, pantallas multifunción, computador de misión MDP, sistema inercial integrado EGI (INS/GPS), radioaltímetro, presentación HUD y un novedoso radar virtual para el entrenamiento.
Estas mejoras consiguen actualizar nuestro querido y longevo F-5 y convertirlo en el actual F-5M: una plataforma de enseñanza ideal para formar a los pilotos de combate del Ejercito del Aire, para que los alumnos se adapten progresivamente a los aviones de 4ª y 5ª generación.
A lo largo de estos 50 años, este avión ha cubierto con creces las necesidades de la Escuela de Talavera y de aquellos pilotos formados en la misma que luego formarán parte de los Escuadrones de caza de nueva generación. Con seguridad se puede afirmar que el F-5 ha sido el avión cuya relación disponibilidad/costo es la más elevada de todos aquéllos con los que contó nuestra aviación española.
Cabe destacar que todo esto no habría sido posible sin contar con el trabajo y dedicación de todo el personal de esta Unidad, militares y civiles encargados de un trabajo que día a día hace posible que nuestro preciado F-5 siga volando y formando a esa élite de pilotos de combate con la que cuenta el Ejército del Aire.
Edurne y Cristina Cuadrado con el general del aire Arnaiz
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Edurne colaboró con el Ejército del Aire amadrinando y presentando el calendario solidario de la Fundación Pequeño Deseo.
Ocurrió el 24 de noviembre de 2016. La cantante, actriz, modelo y presentadora de televisión Edurne es una de las más destacadas amigas de la aviación y de nuestro Ejército del Aire. En varias ocasiones ha colaborado con nosotros.
Edurne salto a la fama como finalista de la cuarta edición de Operación Triunfo y representó a España en el Festival de Eurovisión 2015. Como actriz destaca su participación en series como 'Ana y los siete', 'Hospital Central' o 'Servir y proteger', y además en teatro ha protagonizado el musical 'Grease'.
En cuanto a su relación con nuestro ejército, una de las colaboraciones por las que le estamos más agradecidos, fue cuando amadrinó una iniciativa solidaria llevada a cabo por el Ejército del Aire en colaboración con la Fundación Pequeño Deseo.
Con motivo del Día Universal del Niño, celebrado el 20 de noviembre de 2016, la Fundación Pequeño Deseo presentó su calendario solidario en el Cuartel General del Ejército del Aire, institución junto a la cual se realizó este proyecto.
El objetivo de este calendario fue recaudar fondos para continuar cumpliendo la misión de la Fundación: "Hacer realidad los deseos de niños enfermos, con el fin de apoyarles anímicamente y alejarles temporalmente de la enfermedad", tal y como explicó Cristina Cuadrado, directora de la Fundación.
En ocasiones, las enfermedades de estos niños no tienen curación, y cumplir este pequeño deseo se vuelve un deber inexcusable para nuestro ejército. Muchos de ellos quieren experimentar la sensación de volar, y para ello el Ejército del Aire ha puesto sus medios a disposición de ellos y de sus familias para que puedan ver cumplidos sus sueños.
La cantante Edurne no ha dudó en acompañar a la fundación y amadrinar este calendario tan especial: "Para mí es un placer estar hoy aquí por la relación que me une, tanto con Pequeño Deseo, con quienes he colaborado para cumplir deseos, como con el Ejército del Aire, ya que he compartido con ellos jornadas de trabajo", señaló la artista.
Por su parte, el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, general del aire, García Arnáiz, pronunció un emotivo discurso: "No existen palabras suficientes para agradecer la labor que hace la Fundación Pequeño Deseo". Además, destacó la vocación de servicio de todas las unidades del Ejército del Aire que han participado en este calendario y cuyos representantes apoyaron el acto con su presencia.
Seguro que muchas veces os ha ocurrido que cuando leéis un artículo aeronáutico relacionado con las aeronaves del Ejército del Aire, os habéis hecho un lío con tantas siglas, diminutivos, nombres, apodos… Airbus C-101, E25, Mirlo, Culopollo, etc. ¿son aviones distintos?, ¿es el mismo?… juraría que es el mismo, el que está en la Academia General del Aire (AGA), el que vuela la Patrulla Águila… ¿no? ¡vaya lío!
La verdad es que un mismo avión puede tener diferentes denominaciones según el contexto en el que se esté tratando: nombre comercial, nombre militar, apodo, otro apodo… y esto genera a veces mucha confusión para el no-iniciado.
Desde este rincón aeronáutico, queremos poner nuestro granito de arena para ayudar a evitar estas confusiones. Para empezar los aviones tienen un nombre comercial que puede considerarse su nombre oficial y el más correcto a la hora de identificarlos, por ejemplo: Airbus C-101 es efectivamente el avión en el que se curten nuestros cadetes aspirantes a oficiales en la AGA, el mismo que vuela nuestra famosa Patrulla Águila.
Pero resulta que en el Ejército del Aire a cada modelo de aeronave se le pone un nombre o denominación interna que consiste en una letra acompañada de un número. La letra indica la función del avión: en este caso al C-101 le llamamos E25 y la “e” nos está indicando que se trata de un avión de enseñanza. Así que cuando oigáis C-101 o E25, nos estamos refiriendo en realidad al mismo modelo de avión.
Y para terminar de complicar el pastel, están también los apodos. Y es que es inevitable ponerle un apodo a un avión, es casi obligado… y de hecho, al final es la denominación que más nos gusta utilizar, ¿verdad?
Pues el C-101 /E25 no se conforma con tener un apodo, y ha habido que ponerle dos: a veces le llaman “Mirlo” y otras veces le llaman “Culopollo”, en fin, este último apodo no sé si le hará mucha gracia. Las razones de estos dos apelativos, pues ya os las podéis imaginar, a los seres humanos siempre nos gusta buscar parecidos, ya sean razonables o no.
Así que al final, pues sí… C-101 , E25, Mirlo, Culopollo… todos estos nombres se están refiriendo al mismo avión.
Portada del libro Croata
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Fabio Milhanas es un comandante del ejército portugués, de familia bien, que acaba de ser destinado a España como agregado de Defensa. Se le asigna el, a priori, peor de dos destinos en puja, en beneficio de un compañero de armas y antiguo amigo que se queda con el mejor puesto. Contrariado tras comunicársele la noticia y de camino a casa, contempla atónito el asesinato de este compañero a manos de un mendigo en una calle de Oporto. Milhanas persigue al asesino por el casco histórico de la ciudad y cuando le da alcance, en vez de proceder a su detención o denunciarlo a la policía, le ofrece trabajo como hombre de confianza en su futuo destino. Empieza así una íntima relación entre ambos y poco a poco el militar sacará a relucir sus instintos más psicópatas, protegido por el criminal.
Ambos comienzan a llevar a cabo una serie de asesinatos de personas que en algún momento perjudicaron o se bularon públicamente de Fabio. Asesinatos cada vez más crueles y cuyos cuerpos aparecen misteriosamente en la ciudad de Salamanca. Asesinatos que se encargan de investigar el subinspector de la Policía Nacional Sergio Giró y la detective privada Eva Santana, antigua agente de la Guardia Civil.
En su intento por llevarlos ante la justicia, la pareja de investigadores tan solo recibirá la ayuda de Gloria Hangares, subdirectora del CNI, y Max Badía, excompañero de Eva Santana en la Guardia Civil. Ante las dificultades que encuentran por la estrecha relación del agregado portugués con la alta sociedad española y la Convención Diplomática de Viena que lo proteje, todos ellos trazarán un plan clandestino para que Sandra Vitezic, paracaidista del Ejército del Aire y esposa del diplomático portugués, prepare a los asesinos una encerrona, forzando su detención.
En Croata, Jorge García dota a sus personajes de grandes dosis de fuerza y personalidad para mostrarnos las mayores bajezas del ser humano.