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Detalle de noticia

En primera línea contra el virus

10/4/2020

Todos los medios al servicio de la crisis. Desde la misma trinchera sanitaria el comandante Munayco nos cuenta la lucha que libra la Unidad Médica de Apoyo al Despliegue Aéreo (UMAAD).

El comandante José Munayco Sánchez se hizo militar porque le apasionaba ser médico en ambientes especialmente hostiles. Jamás hubiera imaginado uno de esta dimensión. A día de hoy es una de esos irreconocibles monos de blanco que luchan contra la muerte en los pabellones de IFEMA de Madrid reconvertidos en enormes hospitales.

Para un médico militar que ha recorrido medio mundo en misiones de todo tipo, ésta trasciende todo lo vivido hasta ahora. “Es una misión en suelo español” –nos insiste el doctor Munayco- “No atendemos a soldados sino a la población general. En esta misión la fuerza somos el Cuerpo Militar de Sanidad. Nos encontramos en primera línea donde somos la fuerza para neutralizar la enfermedad, y codo con codo con nuestros compañeros civiles que llevan ya tiempo en esta situación y en esa primera línea. Estoy aprendiendo mucho de ellos”.

Los medios sanitarios del Ejército del Aire, como todos los de las Fuerzas Armadas, están a plena disposición del control de la crisis. Allí, en IFEMA, seis puestos propios de la UMAAD para pacientes críticos y su personal especializado han cautivado a todos los medios de comunicación.

Están siendo días tremendamente duro, días que no terminan ni siquiera por la noche. “No acabas de desvincularte del trabajo, tenemos más apoyos desplegados (planta de Oxígeno en el Hospital Central de la Defensa) y soy el jefe de la unidad que de manera directa o indirecta está implicada en otras operaciones internacionales del Ejército del Aire. Sigues pensando, revisando lo hecho en IFEMA, lo pendiente para el día siguiente y el resto de actividades.”, nos comenta.

Muchos frentes para este médico de 46 años, valenciano, y con 20 años de servicio, doce de ellos en la Unidad Médica de Apoyo al Despliegue Aéreo. Su testimonio de lo conseguido en IFEMA sale de la misma experiencia. “Es impresionante el esfuerzo organizativo y personal de tantos profesionales de todo tipo, todo volcados absolutamente en el hospital y en los pacientes. Se percibe ilusión y mucha fuerza tanto de profesionales como de pacientes. El personal de la UCI es excepcional comenzando por su responsable principal, el doctor Ignacio Pujol”.

La concentración de unidades sanitarias en este hospital improvisado es todo un ejemplo internacional. Ellos mismo, médicos y sanitarios, contrastan día a día la evolución de este gran centro. “Conversamos mucho sobre las últimas publicaciones y prácticas clínicas de nuestros compañeros. También nos preocupa el futuro tras esta oleada, todo hay que decirlo. Somos muy conscientes del fortalecimiento necesario de la estructura sanitaria en España”.

Sin lugar a dudas los verdaderos protagonistas de esta crisis son los pacientes. Y la agente como el comandante Munayco es la que vive de primera mano sus sensaciones. “Cuando llegan están preocupados porque saben que están empeorando. Todo el personal se vuelca con ellos. No todos tienen que ser intubados y tras unos días pueden ser alta de la UCI. Les informa de las opciones, para que lo sepan, y también a sus familiares. Tratamos de que se sientan lo mejor posible y que haya confianza. También reciben visitas de otros sanitarios que les atendieron antes en otras salas e incluso de otros pacientes con los que han hecho amistad”.

El problema de la incomunicación de estos pacientes es otra de las circunstancias claves de su tratamiento… “Desafortunadamente el trato con la familia es casi exclusivamente telefónico, pero frecuente... Tratamos todos los temas con delicadeza y evidentemente con honestidad. Lo agradecen mucho”, nos aclara el comandante.

Para este médico militar la vida hoy en día casi se reduce a su trabajo. Su vida en casa en una anécdota. “Prácticamente solo me quedo para dormir. El día que descanso, es fiesta y lo disfruto mucho. Extremo las medidas de protección para no contagiar a mi mujer, es mi principal preocupación fuera de IFEMA”, nos afirma resignado.

Para este incondicional de la paella, su preparación sanitaria y militar ha sido la clave de personal perspectiva. “Soy Especialista en Medicina de Urgencias y Emergencias en Operaciones, esto me ayuda mucho para la gestión de ciertas situaciones, así como la experiencia en misiones. Esta crisis ha puesto de manifiesto, más si cabe, la necesidad de esta especialidad para mis compañeros del Sistema Nacional de Salud”.

Como si de una guerra se tratase, el comandante valora ya en esos términos la realidad actual. Hay esperanza. “Ya estamos venciendo, gracias a la acción de todos”. El honor de estos hombres y mujeres late en esas palabras de optimismo… “Honraremos a nuestros fallecidos, a nuestros mayores, recordándolos y aprendiendo todas las lecciones identificadas. Esta crisis nos hará mucho más fuertes, pero para ello el día después hay que ponerse a trabajar de verdad en las cosas que son importantes. Dependerá de todos nosotros”.

 


 

Seguridad máxima

La descripción de los protocolos de seguridad en la UCI donde se encuentra el comandante Munayco es realmente sobrecogedora. “Para comenzar la jornada nos pertrechamos con pijama y mascarilla doble para zonas 'limpias'. Ya en la UCI revisamos los pacientes haciendo un pase por cambio de turno. En dicha revisión reforzamos más las medidas de protección con el EPI que corresponda. Se revisa también pacientes externos a la sala de UCI, que puedan tener criterios de ingreso en nuestra sala. En ese momento cada grupo profesional realiza sus rutinas. Cada actuación por mínima que parezca implica cambios de EPIs, lavado de manos, etc. Con una definición clara de circuitos para zona limpia/zona sucia”. Al finalizar la jornada eliminamos nuestros EPIs y desinfectamos la pantalla para usos posteriores. Pase al equipo de relevo y fin. En mi caso me solapo con dos turnos, debido a que a primera hora me paso antes por la base aérea.