Fecha de creación: 1922.
Granada fue una de las primeras ciudades españolas que vio como intrépidos aviadores con frágiles aeroplanos surcaban sus cielos. El 20 de junio de 1911 coincidiendo con la festividad del Corpus, el belga Julius Tyck a los mandos de un monoplano Bleriot XI realiza el primer vuelo planeado sobre los cielos de Armilla y Alhendín. Este fue solo el comienzo ya que en 1913 repite la proeza el francés Lucien Demazel sobrevolando Granada y Armilla a más de mil quinientos metros de altura.
En junio de 1914 Granada organizó el Primer Certamen Nacional de Aviación y la Copa Granada de globos. La prueba de velocidad del Certamen de aviación consistía en dar dos vueltas partiendo del «aero-hipódromo» de Armilla yendo a virar a la Torre de la Vela en la Alhambra.
La Copa Granada de globos sirvió de epílogo a las fiestas de la aviación de 1914. Ese año y el siguiente quedó ganador el joven capitán de Ingenieros Luis Dávila, pionero de la aeronáutica granadina y forjador del futuro aeródromo militar de Armilla.
Siguiendo fiel al tradicional binomio «espectáculo-aviación en los meses de abril y mayo de 1921 se organizaron en Granada sendos festivales de aviación, uno coincidiendo con la fiesta de la primavera y el otro con la festividad del Corpus. El piloto y parachutista Carlos Greco fue la atracción estrella del festival de aviación de la primavera mientras que los pilotos Alberto Bayo y Andrew Haig Forson lo serían de la fiesta de la aviación. Un desgraciado accidente en el que perdió la vida el piloto inglés estuvo a punto de dar al traste con el festival, firmándose un nuevo contrato con el también piloto inglés Geoffrey de Havilland, conocido como Míster Havilland.
Como es sabido las operaciones militares en el norte de África impulsaron el desarrollo de la aeronáutica militar española siendo los Llanos de Armilla el punto de apoyo en las escalas de todos los vuelos a Melilla. Esta ventaja geográfica junto a la convergencia de esfuerzos de las autoridades granadinas y el trabajo y la constancia del entonces capitán de Ingenieros don Luis Dávila fueron la piedra angular para la creación del aeródromo militar de los Llanos de Armilla..
El Desastre de Annual —22 de julio 1921— no hizo sino acelerar el proceso para la instalación del aeródromo. Armilla se había convertido, de facto, en un punto de apoyo importantísimo en la defensa de Melilla. Desde el mes de julio el tránsito de aviones en los Llanos de Armilla era constante, el día 29 los capitanes Luis Manzaneque y José Carrillo despegaban desde Armilla en un Bristol Tourer, mientras que el capitán Moreno Abella y Bada lo hacía en un DH-4 de Havilland para unirse a una expedicionaria comandada por el capitán Apolinar Sáenz de Buruaga con la misión de realizar tareas de observación, reconocimiento y abastecimiento de las posiciones sitiadas en Melilla.
El 2 de agosto de 1921 el Jefe de la Aeronáutica Militar, general Echagüe, dirigió una misiva al alcalde de Granada, Germán Gil de Gibaja, solicitando terrenos y una contribución económica para instalar un aeródromo en los Llanos de Armilla. Con la aceptación de la propuesta y una aportación económica por parte del Consistorio se prometía la inmediata construcción de hangares, talleres para reparación de aeroplanos y alojamiento para oficiales y tropa, así como la posibilidad de instalar una escuela de pilotos.
El alcalde de Granada apremiado por los acontecimientos reunió el cabildo el 24 de agosto llegando al acuerdo de la cesión de terrenos para la construcción de un aeródromo militar en los Llanos de Armilla. El 26 de agosto a las cuatro de la tarde se procedió al acotado y replanteo de terrenos del campo de aviación.
Los primeros terrenos que conformaron el aeródromo pertenecían al término municipal de Alhendín, comprendían una extensión 314 870 metros cuadrados y su coste ascendió a 7 325 pesetas. Las escrituras públicas se rubricaron el 26 de octubre de 1921.
Terminaba 1921 cuando se vio la necesidad de ampliar nuevamente el campo de aviación, hasta conformar definitivamente el aeródromo con casi 45 hectáreas.El director de la Aeronáutica Militar, general Echagüe, estuvo personalmente en el aeródromo en los primeros días del mes de octubre dando el visto bueno a la instalación del parque de campaña y al comienzo de las obras, dejando la dirección de las mismas al comandante Luis Dávila, nombrado oficialmente por Real Orden de 29 de octubre 1921.
El 3 de enero de 1922 comienza la construcción de lo que hoy conocemos como núcleo histórico del aeródromo. Transcurridos 84 días ya se habían edificado dos hangares dobles montados por la Compañía Basconia, un espacioso local para enfermería, el comedor y dormitorios de oficiales y tropa, una sala de fotografía, garajes para automóviles y camiones, un almacén de bombas construido en un sótano de seis metros de profundidad, y un estanque de 360 metros cúbicos de cabida y todo el campo de aviación había sido cercado con alambrada.
El 20 de junio de 1922 se inauguró oficialmente el aeródromo de los Llanos de Armilla, a la inauguración asistieron numerosas personalidades civiles, militares y religiosas, pero sin duda la presencia del general Echagüe, el alcalde de Granada Gil de Gibaja y el comandante Luis Dávila cerraban, tras infinidad de gestiones, el círculo del «primer aeródromo».
En los años siguientes el aeródromo fue desarrollándose y creciendo, experimentando varios ensanches. Poco después de la inauguración se terminó el taller de montaje y nuevos edificios anejos, trasladando a uno de ellos el servicio de meteorología desde la Universidad de Granada.
El día 18 de abril de 1925, al elevarse en el aeroplano Bristol número 32 en el aeródromo de Granada, sufrió una pérdida de velocidad, que produjo la caída del aparato y la muerte del comandante Dávila y del soldado Juan Jiménez Ruiz. En la Real Orden de 29 de julio de 1925 se dispone que: «Para honrar la memoria del comandante de Ingenieros don Luis Dávila Ponce de León y Wilhelmi, que construyó, organizó y mandó el aeródromo de Armilla en Granada, y murió en accidente de aviación ocurrido en el mismo, en lo sucesivo se denominará dicho aeródromo «Dávila», de Granada.»
Aunque España llegó de manera tardía a los grandes vuelos con respecto a otros países europeos, fue a partir de 1926 cuando nuestro país verá materializadas auténticas hazañas aeronáuticas. Hablamos de los grandes vuelos de la aviación militar española: la proeza del Plus Ultra, la Escuadrilla Elcano, la Patrulla Atlántida y más tardío, pero no menos importante el viaje del Jesús del Gran Poder, de una u otra forma estas grandes gestas tuvieron relación con Granada y su aeródromo.
El aeródromo militar de Armilla también entró en las rutas aéreas comerciales. El germen de la línea Granada-Sevilla se remonta a 1922. Precisamente el día de la inauguración oficial del aeródromo de Armilla se constituyó una comisión oficial encargada por el Jefe de la Aeronáutica militar de dar forma al proyecto. Sin embargo, no fue hasta 1929 cuando la Unión Aérea Española solicitó y obtuvo una autorización para establecer un servicio aéreo diario entre Granada y Sevilla con un Junkers F-13 coincidiendo con la Exposición Iberoamericana de Sevilla.
Durante el quinquenio previo a la Guerra Civil, el aeródromo tuvo escasa actividad militar. Fue escenario de la celebración de festivales aéreos, práctica del parachutismo y sede del Aeroclub de Granada y de la Escuela de vuelo sin motor, actividad con mucho arraigo en la ciudad de Granada.
El 26 de febrero de 1934, procedente de Sevilla, aterrizó en el aeródromo de Armilla el autogiro C-30 pilotado por su inventor, Juan de la Cierva.
Desde principios de 1935 existía en Granada el Grupo de Caza número 12 formado por dos escuadrillas de Nieuport 52 Delage. Durante la Guerra Civil el aeródromo de Armilla fue objeto de continuos bombardeos que nunca llegaron a afectar gravemente a los edificios.
En 1937 se realizaron obras de explanación de campos y se procedió a la construcción del refugio antiaereo en el aerodrómo y la creación de nuevas defensas antiareas. La construcción del polvorín comenzó a finales de 1938, al mismo tiempo que la Torre de Mando bajo la dirección técnica del comandante de Ingenieros Leopoldo Jiménez, artífice de la famosa de Torre de la Base aérea de Cuatro Vientos.
Junto a la actividad militar como sede del 12 Regimiento de Savoias SM-79 —1939-1955—, el aeródromo de Armilla funcionó abierto al tráfico civil desde 1946 hasta 1972 fecha en la que, debido a las nuevas necesidades de la aviación civil, con aparatos más grandes y rápidos y mayor capacidad de viajeros, se inauguró el nuevo aeropuerto de Granada en Chauchina.
En 1942 se lleva a cabo la definitiva ampliacion del aeródromo mediante una serie de expropiaciones forzosas por utilidad militar al tiempo que se procede a construir un nuevo acuartelamiento en la zona norte del aeródromo.
El agotamiento del material de vuelo del 12 Grupo de Granada, junto a la necesidad de formar pilotos para la aviación civil y la disolución de la Escuela Elemental nº 1 del Grupo Sur, establecida desde 1937 en el cortijo del Copero, Sevilla, fueron algunas de las razones por las que el Ministerio del Aire creó en Armilla la Escuela Elemental de Pilotos — Orden de 22 de julio de 1955, B. O. del Ministerio del Aire Nº 83—
Las avionetas Bücker 131 –E-3B– junto con las Aisa I-115 –E-9– fueron el material de vuelo con el que contó la Escuela Elemental de Pilotos de Armilla. En ella se formaron 21 promociones de pilotos hasta que la Escuela fue trasladada a la Base aérea de Reus en 1971.
La Base aérea de Armilla se mantuvo activa y unos meses después se crea en ella por O.M. nº 1752/73 de 25 de junio el Centro de Selección de la Academia General Aire «CSAGA» con la misión de seleccionar y formar a los alumnos aspirantes a ingresar en la Academia General del Aire. En Armilla se formaron siete promociones hasta el año 1980, año en el que el CSAGA pasó a Los Alcázares, sistema que finalizó definitivamente con la reforma de la Enseñanza Militar de 1986.
La Base Aérea de Armilla es desde 1980 sede de la Escuela de Helicópteros, tanto para pilotos como para mecánicos de mantenimiento de estas aeronaves, asumiendo las misiones asignadas hasta ese momento a la Escuela de Helicópteros del Ejército del Aire con sede en Cuatro Vientos desde 1960. La Unidad ha tenido una intensa actividad, simultaneando la tradicional labor de los reemplazos del servicio militar obligatorio, con los cursos de IMEC-EA y posteriormente SEFOCUMA y las misiones asignadas al Ala de Enseñanza nº 78. El Ala 78 ha demostrado desde su creación una gran gran capacidad de adaptación, simultaneando la enseñanza en avión convencional, disponiendo para ello de las Bücker E-3B, las avionetas Casa 127-U9 Dornier, con la enseñanza de vuelo en helicóptero básico, para ello disponía de helicópteros Bell HE-7, HE-7A, HE-7B, HE-10A, HE-10B y helicópteros HE-20.
En estos más de 40 años se han formado alumnos del Ejército de Tierra, Armada, Ejército del Aire, Guardia Civil, Dirección General de Tráfico y Cuerpo nacional de Policía, así como de países amigos, totalizando más de cuatro mil pilotos y más de un millar de mecánicos de helicóptero. Entre el 18 de marzo al 18 de abril de 1996 S.A.R. el Príncipe de Asturias realizó un curso intensivo de piloto de helicóptero en la Base Aérea de Armilla.
En la actualidad el Ala desarrolla su actividad con los potentes Sikorsky 76-C/ HE-24 y los versátiles EC 120 «Colibrí» / HE-25.
Como resultado de esa enseñanza y la experiencia adquirida a lo largo de los años, en 2003, nació la Patrulla Aspa como unidad acrobática de helicópteros del Ejército del Aire con sede en la Base Aérea de Armilla.
La Escuela de Helicópteros del Ejército del Aire pasó a denominarse Escuela Militar de Helicópteros, por esta enseñanza conjunta que ofrece. Simultáneamente, ha ido actualizando y mejorando los procesos de enseñanza con vistas a alcanzar la excelencia y que ha conducido a la designación por parte del Ministerio de Defensa como Centro Docente Militar de Referencia en el ámbito de los helicópteros, otorgado en 2020 por Orden/DEF/650/2020, de 10 de julio.
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