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El Ejército del Aire y del Espacio es una institución al servicio de la sociedad, que quiere utilizar este medio para dar a conocer a todos los españoles nuestra misión, los valores que nos animan a todos los aviadores en el día a día, los medios de los que disponemos, la estructura en la que nos organizamos y las capacidades que proporcionamos a nuestro país.
El Ejército del Aire y del Espacio (EA) es un ejército eminentemente moderno y, por tanto, uno de los más dependientes de la tecnología para realizar su misión fundamental: mantener la superioridad aérea y el control del espacio aéreo de soberanía española.
Por ello, una de las prioridades del Ejército del Aire y del Espacio es conseguir que se mantenga esta superioridad tecnológica, adquiriendo y modernizando nuestros sistemas de armas así como proporcionando una formación continuada de calidad a nuestro personal.
Hoy en día, el Ejército del Aire y del Espacio es un elemento esencial puesto a disposición del Gobierno de la Nación, flexible, con una disponibilidad permanente y con una capacidad de reacción y alcance muy elevadas, lo que nos hace ser un instrumento indispensable para la Defensa Nacional y un multiplicador de fuerza para el resto de ejércitos.
Diariamente, y de forma prioritaria, el Ejército del Aire y del Espacio cumple con las siguientes misiones:
Además de las obligaciones nacionales, tanto su misión fundamental como la de acción del Estado, el Ejército del Aire y del Espacio es responsable permanentemente (24/7) de la vigilancia y control del espacio aéreo de la zona asignada por la OTAN. Para ello cuenta con aviones de caza en bases españolas permanentemente alertados, coordinados por un complejo sistema de Mando y Control (con un grupo de Alerta y Control y radares por todo el país). Este sistema de Mando y Control se encarga también de proporcionar datos a la OTAN para el control del espacio aéreo en el sur de Europa. Como claro ejemplo de integración con el Ministerio de Fomento, este sistema proporciona además información a ENAIRE para su utilización en aeropuertos y centros de control, siempre con el fin de favorecer la navegación aérea general en España.
No podemos olvidar el carácter expedicionario del Ejército del Aire y del Espacio, aportando medios al Jefe de Estado Mayor de la Defensa para participar en misiones en el exterior. El Ejército del Aire y del Espacio con los sistemas de armas desplegados y un reducido número de personal proporciona grandes capacidades para el cumplimiento de estas misiones. Actualmente, tenemos destacamentos con aeronaves en Senegal, Gabón, Djibouti, Italia y acabamos de volver de participar en la defensa aérea del Báltico en Lituania, además de personal sin aeronaves desplegados en Irak, Afganistán, Mauritania y Colombia.
Desde mi posición como Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio, he podido comprobar de primera mano, y a todos los niveles, el extraordinario personal con el que contamos, responsable directo del éxito en el cumplimiento de nuestra misión
Los miles de internautas que diariamente nos visitáis sois un estímulo magnífico para seguir perseverando en el empeño. Esta página web del Ejército del Aire y del Espacio es una magnífica puerta de acceso a nuestra Organización. Seguiremos abiertos a todo tipo de sugerencias que hagan de esta página web un lugar de interés para todos aquellos que deseen conocer nuestra historia, nuestra realidad, nuestros proyectos y nuestra vocación de servicio a España y los españoles.
Muchas gracias por visitarnos, y no olvides que la Defensa de España es una labor de todos.
General del Aire Javier Salto Martínez-Avial
Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio.
Apellidos: Salto Martínez-Avial.
Nombre: Javier
Fecha de nacimiento : 10 de diciembre de 1955
Empleo :
General del Aire
Cargo:
Jefe de Estado mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA)
Dirección Oficial :
Cuartel General del Ejército del Aire y del Espacio
C/Romero Robledo,8
28071 Madrid, España
Familia : Casado, padre de tres hijas
Cursos de carácter militar, nacionales y extranjeros:
Idiomas:
2003. Coronel.
2008. General de Brigada.
2011. General de División.
2015. Teniente General.
2017. General del Aire.
Cargos profesionales desempeñados
En 1978 obtiene el diploma de teniente en la Academia General del Aire con la 30 promoción, y es destinado a la Escuela de Reactores. Su primer destino operativo en 1979 fue el 464 Escuadrón de la Base Aérea de Gando donde voló el F-5A y posteriormente entre 1981 y 1993 el Mirage F.1 (462 Escuadrón), donde fue piloto instructor.
En 1993 realiza el curso de Estado Mayor de la Fuerza Aérea americana (ACSC) en Maxwell Air Force Base (EE.UU.) En 1994 se gradúa con el diploma de Estado Mayor y es destinado al Estado Mayor del Cuartel General del Mando Aéreo de Canarias. En 1995 es destacado 6 meses al Cuartel General de la OTAN en Nápoles AIRSOUTH.
En 1997 es destinado por tres años a la Agencia de la OTAN 'NETMA' en Munich como especialista en factores operativos del Programa Eurofighter 2000. A su finalización es destinado a la oficina del programa del EF2000 en el Mando de Apoyo Logístico (MALOG).
En junio de 2003 asciende a coronel y es designado jefe del Ala 11 y de la Base Aérea de Morón, cargo que ocupa durante tres años. Durante esos años ha sido piloto de EF2000.
Desde julio de 2006 a noviembre de 2008 ha sido director de Operaciones del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN número 8 (CAOC 8).
En noviembre de 2008 asciende a general de brigada y se le nombra subdirector de Gestión de Material del MALOG. En diciembre de 2009 es nombrado jefe del Programa EF2000 y representante español en el Comité de Directores del Programa, siendo nombrado 'Chairman' del citado Comité.
En enero de 2011 asciende a general de división y es nombrado director de Sistemas de Armas del MALOG, siendo asimismo representante español en el Comité Director Internacional (SC) del Programa EF2000, y representante español en el Comité de Dirección del Programa A400 (PC).
En junio de 2012 es nombrado jefe del Mando Aéreo de Canarias.
En junio de 2015 asciende a teniente general y es nombrado director del Gabinete Técnico del Ministro de Defensa.
Por Real Decreto 352/2017 de 31 de marzo, es nombrado Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA) y se le promueve al empleo de general del aire.
Durante su carrera ha acumulado más de 3.000 horas de vuelo, fundamentalmente en Mirage F1 y finalmente en EF2000.
Gran aficionado a todos los deportes, especialmente al golf, donde actualmente es hándicap 5.
Condecoraciones militares
Distintivos
Estimados compañeros, queridos aviadores:
Con motivo de la festividad de Nuestra Señora de Loreto, nuestra Patrona, quiero felicitar a todos los que formamos parte de esta gran familia que es el Ejército del Aire y del Espacio.
Desde 1920 la Virgen de Loreto ha estado velando por todos los aviadores mientras cumplíamos nuestra misión de servicio a los españoles. Estamos por tanto próximos a celebrar el centenario de la proclamación de Nuestra Señora de Loreto como Patrona de la aviación, hecho destacado por el que el Papa Francisco ha declarado un 'Jubileo Lauretano' del 8 de diciembre de 2019 al 10 de diciembre de 2020 para 'todos los viajeros aéreos, militares y civiles'.
Otro año más el Ejército del Aire y del Espacio se siente orgulloso de su trabajo, vocación y entrega, en su labor de vigilancia, control y defensa permanente del espacio aéreo español, contribuyendo a la acción aérea del Estado y participando en la seguridad y defensa de España y de nuestros aliados más allá de nuestras fronteras. Un compromiso de todos nosotros, del Jefe de Estado Mayor al último aviador, con nuestra misión, como garantes de la seguridad de los españoles, que es reconocida con afecto y cariño por nuestra sociedad.
Hoy es un día especialmente importante para recordar a todos los miembros del Ejército del Aire y del Espacio que ya no están con nosotros y en particular a los que dieron su vida por España cumpliendo con su deber. Vaya mi reconocimiento emocionado al comandante Francisco Marín Núñez, al comandante Daniel Melero Ordóñez y a la alférez alumno Rosa María Almirón Otero. Todos ellos ayudaron a construir lo que el Ejército del Aire y del Espacio es hoy y su memoria nos impulsa a seguir avanzando con la moral alta.
Quiero también transmitir a vuestros familiares mi felicitación y mi más sincero agradecimiento por su apoyo constante e incondicional, fundamental en nuestra vida aviadora, especialmente para aquellos que tienen estos días de celebración a sus seres queridos de servicio o en misiones en el extranjero.
Para terminar, pido a la Virgen de Loreto que tenga a su lado a nuestros caídos, que nos siga protegiendo a todos, a los que estamos en España y a los que están lejos, que nos ilumine en nuestras decisiones, nos guíe por el buen camino y nos infunda, como siempre lo ha hecho, el entusiasmo y el coraje necesario para seguir cumpliendo con nuestra misión vistiendo el uniforme del Ejército del Aire y del Espacio.
¡Feliz Patrona!
General del Aire Javier Salto Martínez-Avial, JEMA
Fecha: 8 de octubre de 2019.
Academia General del Aire y del Espacio
Me habían preparado en mi Gabinete unas excelentes palabras para decir en este acto de apertura del curso, pero he preferido no utilizar la mayor parte de ellas y simplemente decir unas palabras, más personales, más sentidas, más de dentro.
Soy consciente que para vosotros estas palabras os las dice vuestro Jefe de Estado Mayor, pero quiero que penséis que también os las dice alguien que ha sido cadete, teniente, capitán, piloto, alguien al que en su momento le ha gustado rojear en el buen sentido, que siempre ha sido parte del equipo y ser uno más del Ejército del Aire y del Espacio, alguien que os comprende y que comprende la sociedad actual (si eso es posible).
Autoridades civiles, académicas y militares, profesores, alumnos, queridos amigos, buenos días a todos y gracias por estar hoy aquí
La inauguración del Curso Académico de la Academia General del Aire y del Espacio, en este caso del año 2019-2020, es de los actos más importantes del año para el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio, es por eso mi alegría de poder estar hoy aquí, dándoos la bienvenida a los nuevos cadetes, a vosotros jóvenes de nuestra sociedad que voluntariamente habéis elegido la opción de pertenecer al Ejército del Aire y del Espacio, para animar a los que ya estáis en 2º, 3º y 4º para que sigáis trabajando duro y con ilusión, y para dar una palmada en la espalda a los profesores de la AGA y del , para que sigáis dando “el 100x100” en vuestra difícil y abnegada labor de la enseñanza; y todo ello, con el objetivo final de que entre todos, consigamos cada verano nuevos oficiales para el Ejército del Aire y del Espacio, personas que formando parte de la sociedad, serán personas formadas, ilusionadas, entregadas al servicio de España, con valores, ejemplo para nuestros conciudadanos y que siempre estén orgullosas de lo que hacen y de vestir el uniforme del Ejército del Aire y del Espacio, en resumen, con el objetivo final de formar nuevos oficiales del Ejército del Aire y del Espacio.
Para llegar a este punto cada verano, la tarea no es fácil, el proceso es difícil y requiere esfuerzo y sé que todos ya sois conscientes de ello, es difícil ingresar, difícil vivir fuera de casa y en régimen establecido por otros, cada uno NO elige cuándo estudiar o cuándo salir de marcha, sino que te lo marca un sistema y un programa que hay que cumplir; estudiar 5 años en la Academia en la que se mezclan una formación universitaria, una formación militar y una aeronáutica, y que todas son fundamentales; tener que compartir estudios con la complejidad del vuelo, que ya de por sí nos requiere toda la concentración y dedicación; momentos duros por algunas medidas que se toman y que no siempre se comprende el por qué de ellas; algún arresto; fines de semana sin salir; etc etc. Pero el esfuerzo merece la pena y tiene su recompensa al final, con satisfacciones y con sinsabores, pero como digo, merece la pena el esfuerzo, para llegar a ser oficial del Ejército del Aire y del Espacio.
Este año, la llegada de los nuevos alumnos, y el inicio del curso para los que ya ingresásteis años atrás ha sido especialmente duro, con dos accidentes de aviación con tres miembros de la Academia fallecidos, el Comandante Francisco Marín, el Comandante Daniel Melero y la Alférez Alumno Rosa Almirón, y con unas inundaciones en medio, que, a pesar de ser muy importantes, debido a los accidentes han pasado a un segundo plano.
Pero quiero deciros que este mes de septiembre, NO ha sido solo duro para los alumnos, lo ha sido también para los profesores, que han perdido dos de sus mejores pilotos y oficiales y ha sido tremendamente duro también para todo el Ejército del Aire y del Espacio, pues como bien decía el páter Alfonso en su homilía hace poco más de un mes, “solo una madre sabe lo que es perder una hija o un esposo, y solo un aviador sabe lo que es perder un aviador compañero y amigo”.
Volar es una profesión de riesgo, lo sabemos todos los miembros del Ejército del Aire y del Espacio, pero NO por eso aceptamos los accidentes y el perder compañeros sino que cada vez que ocurren lo sentimos tremendamente porque se va una parte de nosotros, … y lloramos su pérdida.…. y nos rebelamos contra ello, y contra los accidentes
Volar tiene un riesgo inherente, y el conseguir el “cero accidentes” es imposible, pero el reducirlos a su mínima expresión sí que es posible y esa es una prioridad permanente del Ejército del Aire y del Espacio. De ello se desprende la exigente formación y preparación de nuestro personal, el trabajo con rigor, la disciplina tanto del personal de vuelo como el de tierra, y la importancia absoluta que se da a la seguridad de vuelo, todo ello para conseguir reducir al máximo las posibilidades de que los accidentes ocurran; y como ya he mencionado, cuando las circunstancias hacen que después de muchos años se produzcan dos accidentes con tres fallecidos en la AGA, y a pesar de que el índice de siniestralidad del Ejército del Aire y del Espacio se encuentre por debajo de la media de los países de la OTAN, en el Ejército del Aire y del Espacio NO los aceptamos, sino que los asumimos con dolor, pero con valentía, y profesionalidad y motivándonos para esforzarnos más si cabe para honrarles día a día realizando nuestro trabajo como ellos lo hacían y como estamos seguros les gustaría que nosotros lo siguiésemos haciendo.
Ese es nuestro Ejército del Aire y del Espacio, éste es nuestro Ejército del Aire y del Espacio, una organización fuerte, sólida, con principios, con valores y también con sentimientos, un Ejército del Aire y del Espacio que sabe cuál es su misión y la cumple, que nos sobreponemos a las circunstancias y generamos ilusión, y que además de cumplir nuestra misión, estamos orgullosos de vestir este uniforme. Un Ejército del Aire y del Espacio que honra a sus caídos, que agradece permanentemente la labor de nuestros predecesores, pues es de ellos de quien hemos recogido la herencia y tradición de la que somos depositarios, y que recoge su testigo con fuerza y mano firme sabiendo que el futuro es del Ejército del Aire y del Espacio, un Ejército del Aire y del Espacio que va a ser, que ya es, el elemento fundamental de las Fuerzas Armadas para la defensa de nuestro territorio y para generar seguridad y bienestar a los españoles.
En este inicio de curso académico quiero empezar agradeciendo y poniendo en valor el trabajo de todos lo que están implicados en el mismo, profesores y personal de apoyo, civiles y militares,
que sois los que hacéis posible año tras año que este Centro cumpla su esencial cometido de formación de oficiales del Ejército del Aire y del Espacio.
Del mismo modo, quiero resaltar el papel del Centro Universitario de la Defensa, el conocido como CUD de San Javier, y dar las gracias al Rector y a todo su personal. Su labor contribuye decisivamente a que nuestros alumnos puedan alcanzar la formación integrada de los futuros oficiales del Ejército del Aire y del Espacio, aunando la formación militar general y específica con la formación técnica universitaria. Y quiero poner en valor el que durante los 9 años que lleva en funcionamiento el CUD siempre hemos trabajado conjuntamente y compartido el objetivo de egresar los mejores oficiales para el Ejército del Aire y del Espacio.
Con este acto comenzamos oficialmente el año académico, lo que nos ofrece una magnífica ocasión para reflexionar y recomponer fuerzas, y así poder encarar el curso con renovada ilusión para alcanzar nuestro objetivo. Y si bien todas las partes de la formación son importantes, hoy quiero destacar la función de los profesores de vuelo de la AGA y su imprescindible labor en la formación de pilotos.
Es importante recalcar la tremenda importancia que conlleva ser profesor de vuelo en la AGA. Una labor que exige una elevada formación técnica, y a la que soy consciente todos los profesores os entregáis con dedicación plena. La enseñanza de vuelo es un cometido que requiere profesionalidad y mucha destreza y habilidad para poder afrontar las situaciones que se producen al volar con alumnos que se sientan por primera vez en una cabina o que arrancan por primera vez un motor a reacción. Pero en el Ejército del Aire y del Espacio estamos tranquilos y orgullosos de nuestra Academia y de sus protos, pues son elegidos individualmente para esta misión y todos tienen/tenéis la necesaria formación, conocimientos y calidad moral para realizar con éxito vuestra misión.
A los alumnos, lo primero que quiero es felicitaros por haber elegido la profesión militar vistiendo el uniforme del Ejército del Aire y del Espacio, y puedo deciros que estoy seguro que NO os habéis equivocado por la elección que habéis hecho.
Venís a un Ejército del Aire y del Espacio moderno, que cada día avanza más al ritmo que la tecnología nos impone y donde siempre se hacen las cosas bien y con rigor, un Ejército del Aire y del Espacio del que todos los que vestimos su uniforme estamos orgullosos de pertenecer, igual que estoy seguro, lo vais a estar vosotros.
Soy plenamente consciente que parte del éxito del Ejército del Aire y del Espacio como una de las instituciones con más prestigio de España, se debe, además de la formación de su personal, de los valores que les inculcamos y tienen, y del rigor con el que trabajamos, a que el personal que ingresa en el Ejército del Aire y del Espacio es, ya per se, de lo más brillante que tiene la sociedad.Lo dicen las notas de ingreso, lo vemos en el día a día de vuestro tiempo en la Academia, lo dicen los profesores del CUD, que estando acostumbrados a trabajar con universitarios os ponen de ejemplo permanentemente, y lo sabe la sociedad, pues ven que sus mejores hijos, hermanos o alumnosquieren ser del Ejército del Aire y del Espacio.
Como ejemplo de ello, y también como recuerdo a nuestros tres compañeros fallecidos, quiero leeros el mensaje que la directora del Instituto de Lucena envió a una de nuestras mujeres cuando ésta le preguntó si conocía a Rosa, la Directora dijo:
“pues sí, era una alumna magnífica, linda en todos los aspectos. Hizo una ESO ejemplar y un bachillerato increíble, fue matrícula de honor. Lo mejor era la persona tan increíble que era… participativa, colaboradora, ayudaba continuamente a los compañeros, cariñosa, alegre, risueña… no le faltaba nada”.
Estoy seguro que a todos os han emocionado estas palabras, igual que a mí me siguen emocionando cada vez que las leo, pues los militares, además de militares, aviadores, aguerridos pilotos de caza, somos personas con sentimientos. Yo hoy, en la excelencia que tenía Rosa, igual que en la que tenían los comandantes Paco Marín y Dani Melero os veo reflejados a todos vosotros y a todos los aviadores del Ejército del Aire y del Espacio y como Jefe de Estado Mayor me siento tremendamente orgulloso del personal del Ejército del Aire y del Espacio, del que tenemos y del que cada año ingresa en el Ejército del Aire y del Espacio; lo que nos da más ímpetu y fuerzas cada día para poner todo nuestro empeño en su formación continuada a lo largo de toda la carrera, lo que sin duda, además, nos ayudará en el cumplimiento de nuestra misión.
En el Ejército del Aire y del Espacio somos pocos, pero todos somos importantes. Al Ejército del Aire y del Espacio no se le conoce por la gran cantidad de aviones o porque dispongamos de mucho personal para hacer sus cometidos, sino por la importancia de la misión que realizamos y por la excelencia de nuestro trabajo. Todos (pilotos, mecánicos generando horas de vuelo, controladores, expertos de inteligencia, de ciberespacio, de vigilancia espacial, etc.), todos somos importantes, da igual cuál sea nuestra especialidad o el empleo que tengamos, el Ejército del Aire y del Espacio es como una cadena de eslabones, que no se puede romper ni por el eslabón más pequeño, pues la cadena ya no serviría. Somos una institución fuerte y sólida que se recompone en los momentos difíciles y se levanta cada día para dar lo mejor de sí misma.
Un Ejército del Aire y del Espacio moderno, comprometido con su misión y que forma parte de la élite de las fuerzas aéreas de las organizaciones de las que formamos parte, tanto de la OTAN como de la Unión Europea. Y es con el respeto de nuestros aliados, y haciendo las cosas con el rigor que las hacemos, como defendemos los intereses de España y de los españoles cumpliendo fielmente con nuestra misión principal: la vigilancia y el control del espacio aéreo de soberanía nacional, 24 horas al día, los 365 días del año.
Y es así como contribuimos también a la Acción Aérea del Estado, con las misiones que de forma permanente tiene el Ejército del Aire y del Espacio en tiempo de paz: como la extinción de incendios, la búsqueda y salvamento de aeronaves siniestradas, el transporte de autoridades, la calibración de radioayudas en los aeropuertos o la extracción y repatriación de ciudadanos desde lugares afectados por conflictos violentos, situaciones de emergencia sanitaria o catástrofes naturales y otras muchas misiones que permanentemente realizamos el Ejército del Aire y del Espacio 24/7 en tiempo de paz.
Nuestra disponibilidad permanente se manifiesta igualmente con el cumplimiento de nuestros compromisos internacionales, con el despliegue de fuerzas y aviones en escenarios tan diversos como el África subsahariana, el Océano Índico, el Mediterráneo central, Irak o los Países Bálticos, para llevar a cabo misiones tan dispares como la lucha contra organizaciones terroristas, la erradicación del tráfico de personas, la protección del tráfico marítimo o la policía aérea.
Somos parte fundamental de la OTAN, y estamos integrados en sus unidades y sus Cuarteles Generales, y volamos con ellos y en coalición con otros países.
Pero en el Ejército del Aire y del Espacio además, NO solo es bueno volar; volar es importante, muy importante, es la punta de lanza necesaria para el cumplimiento de nuestra misión, y los que tenemos la suerte de ser pilotos del Ejército del Aire y del Espacio, lo somos durante toda la vida, incluso cuando físicamente no volamos nos seguimos sintiendo pilotos. Pero el Ejército del Aire y del Espacio es mucho más y todo lo que hacemos y somos durante toda nuestra carrera con independencia de la especialidad que cada uno tenga, merece la pena.
A la gente le gusta estar y ser del Ejército del Aire y del Espacio, y les gusta, porque somos gente seria y hacemos las cosas bien, somos verdaderos profesionales. A todos nos gusta mandar, y en el Ejército del Aire y del Espacio se manda desde el principio, todos mandamos, pero para saber mandar hay que saber obedecer y todos obedecemos porque además sabemos que el que manda manda bien, con una lógica, con un racional y siempre dando ejemplo. Una palabra clave para nosotros en el Ejército del Aire y del Espacio es lealtad, lealtad no solamente al jefe sino también a nuestros subordinados. Y a todos nos gusta que exista LEALTAD. Con lealtad y teniendo la conciencia tranquila se vive mucho mejor, y se es mejor Aviador.
Somos líderes, vencemos, pero también convencemos, NO tenemos intereses particulares, todos trabajamos para el equipo, para el Ejército del Aire y del Espacio y todos arrimamos siempre el hombro donde haga falta; y un ejemplo de esto lo hemos visto en los apoyos a San Javier y los Alcázares en las últimas inundaciones donde incluso hemos casi sacrificado una de nuestras bases en beneficio de los ciudadanos. Somos jefes de escuadrilla, de escuadrón, coroneles jefes de Ala, pocas cosas pueden compensar lo que sientes cuando eres jefe de la Base Aérea de Morón, de Gando, de Getafe o de la Academia General del Aire y del Espacio por poner un ejemplo.
En todas las ciudades donde está el Ejército del Aire y del Espacio, quizás salvo Madrid pues allí todo pasa más desapercibido, aunque también, en todas se alegran de vernos vestidos con el uniforme de aviación; nos saludan, nos invitan a todos los actos y se alegran de que el Ejército del Aire y del Espacio esté allí. Da igual que sea Murcia, que León, que Badajoz, Salamanca, Lanzarote, Sevilla, o Las Palmas, en todos los rincones de España se alegran de vernos.
Y algunos de vosotros seréis los futuros Generales del Ejército del Aire y del Espacio; no hay palabras para expresar lo que se siente vistiendo las estrellas de general y sabiendo lo que representas y sobre todo a todos los que representas.
Esto es el Ejército del Aire y del Espacio, este es nuestro Ejército del Aire y del Espacio y esto es lo que sientes y lo que te llena de estar en el Ejército del Aire y del Espacio. Al Ejército del Aire y del Espacio alguno quizás haya entrado para tener una profesión, es ley de vida, pero puedo aseguraros que todos los que al cabo de unos años seguimos en el Ejército del Aire y del Espacio lo estamos por VOCACION, y como digo merece la pena, y esa es otra de nuestras principales obligaciones con los que venís un poco detrás, enseñaros lo que es el Ejército del Aire y del Espacio, lo que se siente siendo del Ejército del Aire y del Espacio y en aquellos que hayáis entrado por profesión, transformároslo en vocación.
Para terminar, solo quiero animaros a que aprovechéis al máximo vuestro paso por la Academia para alcanzar la mejor formación posible. En este curso escolar, pero también en los sucesivos, y en definitiva durante toda vuestra carrera militar, preparaos constantemente en lo técnico, en lo militar y en lo aeronáutico, pero también como personas, y fomentando día a día los valores de nuestra institución, pues nunca debéis olvidar que siempre va a haber mucha gente fijándose en vosotros y poniéndoos de ejemplo en la sociedad, tanto dentro como fuera de la milicia. Estudiad y formaos con ilusión, disfrutad de cada día. Esa es la vida que os espera, porque en el Ejército del Aire y del Espacio disfrutamos cada día.
Quiero concluir mis palabras, citando las que el comandante Dani Melero empleaba hace apenas un año para responder a las preguntas de un medio de comunicación, al referirse a la labor de los miembros del Ejército del Aire y del Espacio, palabras que creo resumen perfectamente lo que os he querido transmitir esta mañana. Dijo textualmente “Más que un trabajo, para muchos de nosotros es una vocación, es un servicio de entrega a España en general, donde se nos requiera ahí estamos” y además yo añadiría, y siempre contentos y orgullosos vistiendo el uniforme del Ejército del Aire y del Espacio.
Que sus palabras, junto con el recuerdo de todos nuestros caídos, sirvan de guía y ejemplo para todos nosotros durante el presente curso académico y toda nuestra carrera. Como ya os he dicho, el Ejército del Aire y del Espacio de hoy ya es muy bueno, pero además, lo mejor está por llegar, ¡Y sois vosotros los que vais a estar allí para mandar ese Ejército del Aire y del Espacio!
Y ahora, os ruego a todos que os pongáis en pie.
“En nombre de Su Majestad el Rey, declaro inaugurado el curso académico 2019-2020 en la Academia General del Aire y del Espacio”.
Fecha: 13 de junio de 2019.
Cuartel General del Ejército del Aire
Señora ministra de Defensa, secretario de Estado de Defensa, subsecretario, jefes de Estado Mayor del Ejército y de la Armada, autoridades civiles y militares, compañeros, amigos buenas noches a todos.
En primer lugar, como Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire quiero expresar mi agradecimiento a todos los presentes por acompañarnos en este patio de nuestro Cuartel General, y en particular, a nuestra Ministra de Defensa, por presidir esta ceremonia de entrega de los Premios Ejército del Aire 2019 en ésta, su cuadragésimo primera edición, que coincide con el 80 aniversario de nuestro querido Ejercito del Aire.
Si bien desde su creación en el año 1978, estos premios buscan, entre otros objetivos, el dar a conocer el Ejército del Aire a todos los españoles y el fomentar el espíritu aviador en la sociedad, este año, en nuestra gala de entrega de los premios, queremos expresar en menos de 90 minutos, lo que significa para nosotros la Familia Aeronáutica, y la importancia que tiene la familia que formamos tanto los aviadores del EA , entendiendo por aviador todos los que hacemos posible que el Ejército del Aire cumpla su misión, como las familias de cada uno de nosotros, mujeres, maridos, hijos, padres, nietos, abuelos, familia que necesitamos, de la que nos preocupamos, que entiende nuestra misión, lo que hacemos, la seguridad que generamos a los españoles, que comprende los sacrificios que realizamos y que éstos, merecen la pena; familia que a la postre, es la que nos ayuda a venir a diario a nuestro trabajo con moral y contentos y decididos al cumplimiento de nuestra misión, pues con ellos compartimos nuestro espíritu aviador, y el orgullo de vestir este uniforme en el que se condensa nuestro amor a España y todas las virtudes e ideales que queremos vivir.
Lo primero de todo, quiero mostrar nuestro agradecimiento a todos los autores por participar en esta edición de los premios; así como felicitar a los galardonados; todos, sois los verdaderos protagonistas de los premios y con vuestros trabajos nos ayudáis a dar a conocer a nuestra sociedad, cada uno desde su disciplina, un poco más la labor del Ejército del Aire, nuestras misiones y nuestra aportación a la seguridad y bienestar a los españoles.
La labor de los miembros del jurado, es también parte fundamental en el proceso de selección y concesión de los premios, y quiero aprovechar para reconocer y agradecer su difícil labor, pues, un año más, no han tenido una tarea fácil, debido fundamentalmente, a la imaginación, talento y creatividad de todas las obras que han sabido plasmar el día a día del Ejército del Aire.
Y no quiero dejar de dar las gracias igualmente, a todos los patrocinadores y colaboradores, pues su contribución es decisiva para que estos premios mantengan el prestigio que tienen.
Tenemos un Ejército del Aire moderno, con tradición y valores, pero también con aviadores del siglo XXI.
Y en estos momentos quiero agradecer a la industria aeronáutica nacional, su apoyo al Ejército del Aire, no solo en estos premios, sino en el día a día, incluso en los momentos difíciles.
Nuestra industria aeronáutica sigue apostando por el Ejército del Aire y nosotros por ella, pues somos conscientes de que la misma supone además, casi el 80% de la industria de defensa.
Nuestro trabajo conjunto en la modernización del EF, el FCAS, futuro avión de combate, el euro-dron, el nuevo entrenador o la sustitución del C295 como avión de Patrulla marítima, entre otros, harán que tanto el Ejército del Aire como nuestra industria aeronáutica nacional sean de 5ª generación, del siglo XXI, y continúen siendo ese gran sector estratégico que los últimos 30 años ha sido para España y los españoles.
En el Ejército del Aire el activo más importante que tenemos son nuestras personas. La labor que desempeñan todos nuestros aviadores se construye sobre una excelente preparación, una gran motivación y trabajo en equipo, como ya quisimos recordar en la ceremonia de premios del año pasado.
Pero además, su entrega al servicio de España se apoya en otros cimientos fundamentales como son la vocación, la formación en valores, tanto militares como aeronáuticos, y en un pilar que siempre está ahí, silencioso, 'entre bambalinas', pero que resulta, sin embargo, esencial en el devenir de cualquier aviador: la familia; y es por este motivo, por el que hemos querido dedicar esta edición de los premios a La Familia del Ejército del Aire'.
Queremos con este pequeño homenaje, darles visibilidad, y expresar nuestro reconocimiento y agradecimiento a los seres queridos que están presentes a lo largo de la vida militar de cualquier aviador, por su apoyo constante, su comprensión y sus sacrificios, y porque además, todos ellos, son 'uno más' dentro del Ejército del Aire.
Para finalizar, quiero también agradecer esta noche, la presencia en estos premios de los medios de comunicación y la prensa especializada en defensa, pues ellos son una pieza clave para dar a conocer a la sociedad quienes somos, cuáles son nuestras misiones y la importancia del Ejército del Aire para proporcionar la seguridad que nuestra nación necesita.
Gracias por acompañarnos.
Finalmente, agradecer a todos los que han participado en esta entrega de premios y a los que han trabajado en su organización y en su puesta en escena.
Y de nuevo, muchas gracias a todos por muchas gracias a todos por vuestra asistencia a estos premios.
Fecha: 18 de marzo de 2019.
Residencia del embajador de Francia en Madrid
Señora ministra de Defensa de España, Monsieur l´ambassadeur Yves Saint-Geours, général Lavigne, chef d´état-major de l´Armée de l´air, cher Philippe, chère famille française et espagnole, chers amis.
Tout d´abord, je voudrais remercier Monsieur l´ambassadeur pour nous accueillir aujourd´hui chez soi, et pour l´organisation de cette célébration qui revêt une profonde signification pour moi.
En premier lieu, mes remerciements au Président de la République française pour l´honneur qui m´est fait. Naturellement aussi á mon collègue, général Lavigne, le leader de cette extraordinaire équipe d´aviateurs qui est l´Armée de l´air française. Et bien sûr, à chacun d´entre vous pour m´accompagner dans cet instant heureux.
Como Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire es un verdadero honor el recibir esta distinción y estaré siempre muy orgulloso de lucirla en mi guerrera siendo consciente de que con ella Francia reconoce el trabajo y esfuerzo diario de TODO el Ejército del Aire, un equipo de profesionales que siente verdadera pasión por lo que hace y en el que nuestros amigos y aliados siempre podrán confiar. Siendo, la confianza mutua, y el interés por la defensa común, lo que nos mantiene unidos, especialmente en estos tiempos de cambio acelerado.
Hoy hemos recibido al General Lavigne en la base de Torrejón tras apenas dos horas de vuelo, el tiempo que ha necesitado su avión para llegar desde París.
Hace poco más de 100 años, en 1911, los pioneros de la aviación hicieron ese mismo trayecto para completar la que fue una de las carreras aéreas más memorables de la incipiente historia de la aviación: el raid París-Madrid.
Veinte aventureros despegaron de París el 21 de mayo. Solo tres lograron cruzar la frontera española: Louis Giber, Roland Garros y Jules Vedrines, que a la postre sería el único en alcanzar la meta, aterrizando en lo que hoy es la base aérea de Getafe el día 26 de mayo. Cinco días de viaje nada más y nada menos, que se hubiesen cubierto antes, seguramente con unos buenos caballos.
Pero no se trataba solo de ganar una carrera, los aterrizajes forzosos, las reparaciones de urgencia, la necesaria apertura de nuevos aeródromos, los mecanismos para guiar a los aparatos en la niebla, todo eso había que hacerlo para que la aviación avanzase, descubriese nuevas fronteras, nos llevase hasta el punto en el que estamos hoy en día.
La aviación ha representado como ninguna otra actividad el espíritu de aventura propio de la especie humana y en ella Francia y España siempre han estado muy unidas. No en vano el primer piloto en volar un aeroplano en España, en el año 1910, fue el francés Julien Mamet, como también fue francesa la primera mujer piloto que surcó los cielos españoles, Hélène Dutrieu, en ese mismo año.
También juntos hemos sido testigos del gran salto tecnológico que ha dado la aeronáutica en poco tiempo: los modelos Farman o Morane Saulnier, hechos de tela y sin frenos en las ruedas, dotaron nuestras primeras unidades en 1913 y con ellos creamos la primera escuadrilla expedicionaria en África.
Apenas 70 años después yo empezaba a sumar las más de 2.000 horas de vuelo que he volado en el Mirage F1, un excepcional caza bi-sónico, cuyas características hubiesen asombrado a aquellos pioneros de principios del siglo XX. Treinta años más y esos magníficos cazas ya son piezas de museo comparados con el Rafale o el Eurofighter.
Es hermoso ver como Francia y España han mantenido su amistad y cooperación a lo largo de todo este tiempo. Hoy nuestras industrias, como hace 100 años, siguen compartiendo desarrollos punteros en aviones que son historias de éxito, como el A400M o helicópteros, como el Cougar o el NH90.
Pero también nuestras fuerzas aéreas se encuentran más unidas que nunca. Seguimos fieles al espíritu que caracteriza a los aviadores, el mismo que nos permitió salir de nuestras fronteras cuando todavía no formábamos parte de la OTAN, para participar en ejercicios en Francia, los famosos NAVIPAR.
Y yo aún recuerdo uno de mis intercambios en la base de Orange-Caritat cerca de Avignon y cómo recibíamos al escuadrón francés de intercambio en la base aérea de Gando, en las Islas Canarias.
Nuestros países cooperan desde hace tiempo combatiendo esa lacra común que es el terrorismo internacional, que desestabiliza naciones e impide su desarrollo, especialmente en África. Y en ese sentido, España apoya a Francia en ese continente desde 2013, cuando se lanzó la operación Serval, con objeto de liberar las ciudades de Mali caídas en poder de grupos terroristas.
Desde ese año hemos mantenido un destacamento permanente en Dakar, que tuvo su continuidad con otro en Libreville, con dos aviones de transporte y 100 aviadores que han venido apoyando sin descanso el desarrollo, primero de la operación Sangaris y, después, de Barkane como esfuerzo principal.
Estamos a punto de alcanzar las 6.000 toneladas de carga y hemos superado los 36.000 pasajeros transportados, con una operatividad y disponibilidad casi permanente, a pesar de la distancia a territorio nacional y de la dureza de las condiciones de operación en muchos de los campos y aeropuertos por los que se despliega en África, de sobra conocidas por los aviadores franceses.
No es mi intención el relatar hoy aquí todas las actividades en las que nuestras dos fuerzas aéreas se encuentran implicadas, ya sea en el campo de las operaciones, la logística o la protección de la fuerza, y que muchas de las cuales ya ha mencionado el General Lavigne, pues ya tendremos tiempo de hablar de ellas durante su visita a Madrid.
Pero sí quiero reiterar, como un magnífico ejemplo de nuestra estrecha cooperación que hoy, al igual que hicimos ayer, seguimos mirando al futuro juntos, con los acuerdos que acabamos de firmar en el marco del desarrollo del Futuro sistema aéreo de combate, le Système de combat aérien du futur (SCAF).
Un programa francés, alemán y español, europeo en suma, que aportará capacidades decisivas a nuestras fuerzas aéreas y elevará aún más el nivel tecnológico de nuestras respectivas industrias aeronáuticas, manteniéndolas en la punta de lanza mundial.
Con el permiso de nuestros compañeros de otros ejércitos, estamos hoy entre aviadores y quizá por ello entendemos y valoramos más ciertos gestos. En el aire no hay fronteras ni lenguas. Solo hay hombres y mujeres que saben lo difícil que es ese entorno y lo necesarias que son la confianza y la cooperación para cumplir la misión.
En esta condecoración que hoy recibo se representa esa confianza y la cooperación entre nuestras Fuerzas Aéreas, y en ella creo que se vuelca el día a día del esfuerzo de nuestros aviadores, ya sea tanto en Francia y España, como en Senegal, Gabón, Mali o Yibuti.
Precisamente, nuestro ganador de la París-Madrid de 1911, dio el bautismo del aire a un niño de doce años cuya vida cambió a partir de ese momento. Ese niño era Antoine de Saint Exupéry, quien entendió como pocos el significado profundo de las relaciones que hoy estrechamos con este acto.
Por ello me gustaría terminar con una frase suya, tomada de su libro “Terre des hommes” en la que describe su oficio, aviador:
La grandeza de un oficio estriba, tal vez y ante todo, en unir a los hombres. Solo hay un lujo verdadero: el de las relaciones humanas.
Y en ese sentido creo están nuestras magníficas relaciones entre dos países amigos.
[...]
Ambassadeur, Chef d´état-major de l´Armée de l´air, une autre foi, merci beaucoup pour me décorer de la Légion d´honeur; merci beaucoup, muchas gracias.”
Fecha: 19 de febrero de 2019.
Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional
Señora ministra, señoras y señores, buenas tardes,
En 1976, año en que el general Gutiérrez Mellado fue nombrado Vicepresidente Primero para Asuntos de la Defensa, existía en España el denominado Ministerio del Aire que, junto con los Ministerios del Ejército y de Marina, dirigían el estamento militar.
La fuerza aérea dependía del Ministro mediante la Subsecretaría del Aire. Nuestra estructura de fuerza estaba apegada al ámbito territorial y dividía España en Regiones Aéreas, zonas muy jerarquizadas y bastante burocratizadas.
Del Ministerio del Aire dependía también todo lo relacionado con la Aviación Civil y la Navegación Aérea bajo la subsecretaría correspondiente, e incluso el desarrollo industrial y aeronáutico en España se planificaba en buena parte a partir de las decisiones que se tomaban en ese Ministerio.
Las Fuerzas Aéreas de los países de nuestro entorno se organizaban ya entonces de forma distinta, con estructuras más flexibles y funcionales incompatibles en buena medida con la rigidez de las nuestras.
Pero por aquel entonces el contacto con otros países era más bien escaso, y por ello era difícil que las nuevas ideas permeasen nuestra tradicional forma de hacer las cosas.
Hoy, el Ejército del Aire es una fuerza aérea moderna, no solo por su equipamiento, sino fundamentalmente por su mentalidad:
En 1976 había personas que ya pensaban que era posible otra forma de hacer las cosas. El gran cambio que hemos experimentado durante estos años lo debemos en gran medida a personas como el general Gutiérrez Mellado, quien con visión y audacia refundó en 1977 el Ministerio de Defensa, cuarenta años después de su primera creación en España, paso previo necesario para llegar a contar con unas fuerzas aéreas modernas y eficaces, adaptadas, no solo a lo requerido aquellos años, sino con una visión de futuro en el que las fuerzas aéreas cada vez iban a coger más peso dentro de las Fuerzas Armadas.
Los aviadores solemos decir que estamos en la vanguardia de la tecnología, que somos siempre los primeros en incorporar innovaciones y en adaptar nuestros procesos a los nuevos tiempos.
En ese sentido podríamos decir que si el general Gutiérrez Mellado no hubiese pertenecido a su querido Ejército de Tierra, seguro que también habría sido un grandísimo aviador.
Un joven teniente Salto tuvo el privilegio de coincidir en el servicio activo con el primer Ministro de Defensa de la Democracia. Yo, por aquel entonces, al igual de muchos de los que acabábamos de salir de las Academias, no era completamente consciente de la trascendencia que para España estaban teniendo todas las decisiones que se tomaban.
Solo el paso del tiempo nos ha permitido comprobar que las decisiones que se tomaron fueron las adecuadas. Y cómo las estructuras que en su día diseñó el general Gutiérrez Mellado permitieron y siguen permitiendo el desarrollo de unas Fuerzas Armadas eficaces y operativas al servicio de todos los españoles.
Fecha: 11 de diciembre de 2018.
Cuartel General del Ejército del Aire
Señora ministra de Defensa, Jefe de Estado Mayor de la Defensa, Jefes de Estado Mayor del Ejército y de la Armada, Subsecretario de Defensa, Secretario General de Política de Defensa, Oficiales Generales, Almirantes, Suboficiales Mayores, Oficiales, suboficiales, personal de tropa, señoras y señores, buenas noches a todos.
En primer lugar me gustaría unirme a la felicitación a los premiados, en los que queremos personalizar el trabajo diario y callado que lleva a cabo todo el personal de las Fuerzas Armadas establecido en nuestra Constitución.
Reconocemos hoy esa tarea poco visible que día a día se desarrolla en nuestras Unidades, y que en el Ejército del Aire entendemos muy bien.
Porque, a pesar de que la aviación y sus máquinas tienen una atracción indiscutible, no son los aviones, ni la tecnología, aquello que nos define como Institución.
Es nuestro personal el que nos hace diferentes, y el único recurso que es insustituible a la hora de cumplir con la misión que, hace 40 años, nos asignó la Constitución Española.
El piloto a los mandos es únicamente la punta de lanza de un sistema bien engrasado del que todos formamos parte.
Todos nuestros aviadores, término con el que nos gusta denominar a todos los integrantes del EA, cumplen una labor esencial para su funcionamiento:
Para cumplir la misión permanente de vigilancia y control del espacio aéreo, es imprescindible que haya personal de servicio ante las consolas de nuestros radares y centros de control, atentos a los contactos aéreos, y a la escucha de las llamadas radio.
Para que nuestros aviones o helicópteros despeguen y realicen la misión, necesitamos que nuestros mecánicos, nuestros suboficiales, nuestra tropa, nuestro personal civil, que trabaja en la línea de vuelo, hangares y talleres de Bases Aéreas o Maestranzas, completen su trabajo a tiempo y sin fallos.
Para evacuar a compañeros heridos desde Zona de Operaciones, y garantizar el tratamiento médico en su regreso a casa, nuestro personal sanitario debe estar siempre disponible, para despegar en cuestión de horas, a donde sea necesario.
Para prestar la cobertura de búsqueda y salvamento aéreo, necesitamos tripulaciones entrenadas, dispuestas para saltar al agua desde el helicóptero en cualquier circunstancia.
Para que las órdenes lleguen a tiempo y al lugar adecuado, necesitamos en nuestro equipo personal de administración, de telecomunicaciones, gestores que permiten que las decisiones se tomen en base a información contrastada.
Y, por último, para disponer de Bases Aéreas operativas, auténtico elemento fundamental de la fuerza del Ejército del Aire, necesitamos personal de Protección a la Fuerza, de Apoyo, Sanidad, Automóviles, Instalaciones, Combustibles, Contraincendios, Hostelería…
Una larga lista de especialidades cuya labor humilde y callada, que hoy reconocemos, es la que permite que el Ejército del Aire opere 24 horas al día, los 365 días del año.
Mi más cordial enhorabuena a todos.
Fecha: 10 de diciembre de 2018.
Cuartel General del Ejército del Aire
[…]
Nos reunimos un año más, el 10 de diciembre, para celebrar la festividad de Nuestra Patrona la Virgen de Loreto, una jornada, como todos sabéis, muy especial para los que formamos parte del Ejército del Aire; el día más importante de nuestro calendario, por lo que quiero comenzar agradeciendo a todos vuestra presencia en este emotivo acto.
Tras un año de trabajo, de esfuerzo, de algunos sinsabores y muchas alegrías, los aviadores militares hacemos un alto en el camino para celebrar lo que nos une, para recordar a nuestros predecesores, para retomar el pulso de las tradiciones y para rendir homenaje a Nuestra Patrona.
Patrona que nos está cubriendo bajo su manto desde el año 1920 cuando el Papa Benedicto XV la declara Patrona para todos los aeronautas del mundo y Alfonso XIII lo decreta para todos los españoles.
Y este año en particular, nos volvemos a reunir en nuestro Cuartel General del Aire cuando se cumplen 75 años, fue el 10 de diciembre de 1943, de la colocación de la primera piedra de este edificio, el entonces Ministerio del Aire.
Hace unos días daba las gracias a todo el personal del Ejército del Aire, a todos los aviadores, por su trabajo diario, su profesionalidad, su ilusión y su trabajo en equipo, felicitación y agradecimiento que os quiero reiterar hoy, pues con vuestra forma de trabajar, haciendo siempre gala de compromiso y con la moral muy alta, además de cumplir nuestra misión, ratificamos a la sociedad nuestra vocación de servicio a España vistiendo nuestro uniforme del Ejército del Aire del que tan orgullosos estamos.
Hoy además, quiero también dar las gracias a nuestros predecesores en el Ejército del Aire, a nuestro personal en la reserva y retirado por el legado y la herencia que hemos recibido de ellos; vosotros sois los que habéis dado al Ejército del Aire el prestigio que ahora tiene y los que habéis hecho este Ejército del Aire de cimientos y estructuras firmes que resiste a las crisis y que siempre ondea la bandera de España en lo más alto.
Ahora que nos aproximamos al final de este año, es un buen momento para hacer balance, y sin ánimo de ser exhaustivo, me gustaría simplemente destacar alguno de los principales hitos de nuestro Ejército del Aire a lo largo de este año que ya termina:
2018 ha sido un año cargado de actividad, con algunos momentos complicados, pero hoy, día de nuestra Patrona, quiero hacer una lectura positiva, como nosotros somos.
[…]
En 2018 el Ejército del Aire ha cumplido en todo momento su misión permanente de mantener el espacio aéreo de soberanía nacional permanentemente vigilado y protegido, 24/7/365, y lo hemos logrado con el esfuerzo del conjunto del personal del Sistema de Mando y Control, con sus centros de control, radares, bases, centros de operaciones y unidades de caza.
En 2018, el Ejército del Aire también ha proyectado su capacidad de defensa aérea en apoyo a nuestros aliados de la OTAN, con un destacamento de cinco meses en Lituania, con 130 aviadores y seis Eurofighter del Ala 11, para proteger el espacio aéreo del Norte de Europa.
Hemos mantenido todo el año destacamentos con aviones en Dakar, Libreville, Yibuti y Sigonella con más de 200 de nuestros compañeros desplegados y además de personal en Irak y Afganistán. He hablado con ellos por videoconferencia esta mañana, les he felicitado la Patrona en nombre de todo el Ejército del Aire y les he dado las gracias por el trabajo que realizan y por llevar con orgullo el nombre de España.
Cuando termine el año habremos apuntado al libro de vuelo alrededor de 66.000 horas de vuelo, cifra que si bien los viejos del lugar pueden considerar baja, creemos muy importante teniendo en cuenta que seguimos la recuperación de una época de crisis que de momento no ha terminado.
Durante todo el año, hemos estado realizando las misiones de apoyo a la acción del Estado que desde el aire tenemos asignadas permanentemente, y que implican prácticamente a todo el Ejército del Aire en estado de alerta 24/7, en misiones todas ellas imprescindibles para la sociedad y que no salen en el escaparate porque las realizamos diariamente: la lucha contra los incendios forestales, misiones SAR de búsqueda y salvamento aéreo, aeroevacuaciones, vigilancia aduanera, transporte de autoridades, etc.
Nuestros Hércules han lanzado cargas en vuelo nocturno en ejercicios en el Báltico, y nuestro Zapadores han conducido interceptaciones en Eslovenia.
Hemos prestado especial atención al espacio, al nuevo dominio aire-espacio, creando la primera unidad de vigilancia espacial y con la participación en ejercicios internacionales enfocados a asegurar la protección de los medios espaciales.
Y también a los aviones tripulados remotamente, habiendo iniciado el adiestramiento de las tripulaciones y el acondicionamiento de las instalaciones para recibir los primeros Predator B, que nos dotarán de una capacidad puntera en Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento, siendo una prioridad la Escuela de RPAs, en la Base Aérea de Matacán (Salamanca), que como el resto de las escuelas de vuelo, es una responsabilidad del Ejército del Aire.
Hemos certificado nuestro JFAC (Joint Force Air Component) como Mando Componente Aéreo de la OTAN, hemos re-acreditado el Plan de Formación de Controladores de Ataque Terminal (JTAC) y de su Simulador y confirmado que nuestro adiestramiento da sus frutos con la re-evaluación TACEVAL (Tactical Evaluation) del Ala 12 como unidad en alta disponibilidad de OTAN.
Este año lo terminamos con tres A400 en dotación en el Ala 31, estando previsto que recibamos cuatro más en 2019. También hemos recibido dos nuevos Eurofighter, y el tercer nuevo Super Puma de los cuatro con los que renovaremos la flota SAR (Search & Rescue).
El principal reto del Ejército del Aire sigue siendo la falta de personal. No tiene una solución fácil y menos a corto plazo, pero estamos poniendo todos el máximo esfuerzo para explicar a las autoridades de planeamiento y la sociedad, lo que somos, lo que hacemos, nuestras misiones y capacidades y el papel fundamental que hoy en día tiene el poder aeroespacial y el Ejercito del Aire en las Fuerzas Armadas y el peso que en nuestro tiempo tiene en cualquier tipo de conflicto, para de esa forma intentar conseguir que se cambien las tendencias. Y el otro reto que tenemos pendiente es la potenciación de nuestras escuelas de vuelo, gran responsabilidad del Ejército del Aire.
En el acto de esta mañana, seis generales de nuestro Ejército del Aire han efectuado su despedida solemne de la bandera, acto que aunque se llama así, Despedida de la Bandera, es un acto de renovación de su vocación de servicio, un refrendo de su compromiso con el Ejército del Aire y su servicio a España, ese compromiso, que todos ellos, han mantenido inalterable durante toda su carrera militar.
Como ya he mencionado, el prestigio que tiene el Ejército del Aire se ha conseguido por el buen hacer de su personal, pero también, por el prestigio y la ejemplaridad de sus jefes, Y estos generales han sido y son un claro ejemplo de ellos.
Mis generales, en nombre de todo el personal del Ejército del Aire, nuestro agradecimiento y nuestro reconocimiento.
En este día de nuestra Patrona quiero también tener un especial recuerdo para todos nuestros compañeros aviadores que hoy ya no están entre nosotros, Y pedirle a la Virgen de Loreto que los tenga siempre bajo su manto.
Y un día como hoy tampoco quiero dejar de recordar a todos nuestros compañeros que están de servicio, vigilando nuestro espacio aéreo, dispuestos a despegar en quince minutos si la ocasión lo requiere, en los cuerpos de guardia, centros de comunicaciones, etc.
Y para finalizar, dar las gracias, un año más, a nuestras Damas de Loreto, a nuestras catedrales, por todo su apoyo, comprensión, y sacrificio y por hacernos nuestra misión mucho más fácil.
Muchas gracias en nombre del Ejército del Aire.
Y ya solamente me queda reiterar a nuestra Patrona, la Virgen de Loreto, que se acuerde de todos nuestros caídos, de los que están en misiones y que, durante 2019, nos siga protegiendo y guiando a todos por el buen camino, para que sigamos sirviendo fielmente a España y a los españoles.
Feliz Patrona a todos!!!"
[…]
Fecha: 16 de noviembre de 2018.
Cuartel General del Ejército del Aire
General, distinguished authorities, ladies and gentlemen, dear friends:
We have reached the final act of this edition of the Kindelán Chair, Chair that represents a relevant doctrinal milestone for the Spanish Air Force and extends its importance to the international arena.
I would like first of all to thank the Spanish Air Warfare Center for the enthusiasm and effort devoted to the organization of the Chair, as well as all the participants that have made this Chair a great success once again.
This seminar represents a relevant doctrinal milestone for the Spanish Air Force and extends its importance to the international arena. I fully share Gen Moreno’s view on the extraordinary contribution made by the speakers and participants, who have certainly provided useful outcomes from the workshops, presentations and experiences exchanged.
Nobody in this room may have any doubt in his mind about the weight that airspace power has acquired in modern warfare operations, becoming an indispensable instrument in the Joint Commander´s toolbox.
In that sense, in order to maintain airspace power relevant, it will need to adapt to the multidomain concepts being developed as we speak.
If multidomain is an important issue for the Armed Forces as a whole, it is certainly a very hot issue for the Air Forces around the world.
After this week, it is clear for us all, that we need to adjust our understanding of the operational environment and the effects we can produce, widening our service centric mindset to be able to detect our vulnerabilities and to exploit the opportunities ahead.
New threats, new actors and new technologies have shaped the current battlefield against our previously supposed superiority. Now we need to react and, as planners say, go again inside the enemy´s decision cycle and recover the initiative.
We must integrate our traditional roles in the physical domains, our recent cyber operations in the virtual domain, and the activities in the information or cognitive domain. Simultaneously, we need to be aware of how the opponent is using every domain to counteract our actions or to deny our freedom of manoeuvre.
How this interactions occur is crucial for our awareness and understanding of the environment, and for the determination of the desired effects and their associated actions.
During these days, you have presented and discussed how air forces need to deal with this new environment, and how we should adapt our doctrine, organization and the way we operate. Command and Control networks and ISR capabilities are key to multidomain activities, since flexibility and situational awareness are basic principles for this new approach. Scenarios are so dynamic that not even short term plans will stand, and sequential phased campaigns could be no longer valid.
The decision making process at the desired level shall be quick enough to maintain the initiative in all domains. C2 structure must allow the information to flow fast in both ways, while maintaining the expected redundancy.
The tasks and responsibilities are to be clearly defined, especially when the traditional separation between the operational and tactical level fades away, and Joint coordination and deconfliction could be insufficient or even counter-productive.
Exercises and training in Allied Armed Forces must cope with this new environment and its associated requirements. The different capabilities and domains, and the way they interact and affect us, have to be brought to the training arena in order to obtain the shift of mindset needed for the future.
It is obvious that the Air Force will play an important role in operations across different domains. Our flexibility and speed of action, together with the ability to both creating effects in multiple domains and deploying C2 and ISR capabilities simultaneously, makes and will make Airspace Power the weapon of choice in most future scenarios.
In summary, during these four days, we have witnessed lengthy analysis and discussions that have provided ideas and viewpoints that will help us address the future challenges for the Air Force, preserving it as the key Service that is able to create effects in all domains.
Now, I would like to stress the importance of ensuring that the results of this intense week are adequately disseminated, so they can be used to develop our multidomain doctrine. And I kindly request your support to convey the conclusions to your respective organizations, in order to best exploit your hard work.
Thank you once again to all of you for your participation.
Now, on behalf of His Majesty the King of Spain, I declare the twenty-eighth edition of the International Seminar of the Alfredo Kindelan Chair closed.