Los que le conocen coinciden: “Se lo merece”. El reconocimiento y el homenaje tienen todo el sentido en los 101 años que acaba de cumplir Guillermo Fernández Melgar, capitán honorífico del Ejército del Aire y del Espacio. Un hombre volcado con nuestra aviación militar desde que se incorporó a nuestras filas en el año 1940 como mecánico.
No son solo esos 101 años, es el extraordinario compromiso que sigue demostrando este sin par compañero sevillano que este lunes 26 de septiembre celebra su cumpleaños rodeado de recuerdos aeronáuticos.
“Mi vida ha sido la aviación”, nos reconoce un emocionado Guillermo aún en plena forma y capaz de leerse como nos cuenta hasta tres periódicos al día. “Me hubiera gustado ser piloto”, nos confiesa “pero la economía en casa estaba muy complicada”. Así que Guillermo aprovechó otra puerta para colarse como soldado en la que sería su gran pasión.
Se incorporó como mecánico motorista de avión en el año 1940, coincidiendo casi con la creación de nuestra institución. Su currículum y su formación son historia misma de la aviación: Ha conocido aeronaves como la mítica Bucker, el Polikarpov I-16 ‘Rata’ o los Messerschmitt de Tablada; ha sido mecánico de mantenimiento en los T-33, los F-86 Sabre y los F-5; acumuló como tripulante 1110 horas de vuelo, participando en episodios tan singulares como la campaña en el Sáhara Español (destinado en El Aaiún y en Gando) y en la propia evacuación de estos territorios; y recoge en su expediente 24 felicitaciones oficiales, 3 cruces a la Constancia en el Servicio, una Cruz al Mérito Aeronáutico y Medalla de Ifni-Sáhara con Cinta Naranja.
En el año 1941 ya era soldado de primera, cabo en 1942, cabo primero especialista del Arma de Aviación en el año 1948 y sargento especialista mecánico motorista en 1953. En 1962 es ya brigada y en 1973 subteniente del Cuerpo de Suboficiales Especialistas, alcanzando el empleo de teniente en 1977. Pasa a la situación de retiró en 1979, obteniendo en el año 1982 el empleo de capitán honorífico.
Hoy, con más de un siglo de vida, nos emocionamos con este hombre que vive aún pegado a la actualidad de su querida aviación. Felicidades, mi capitán, que los disfrute y toda nuestra admiración.
