Desde la llegada a la Maestranza Aérea de Madrid (MAESMA) del primer Aviocar y de los Superpuma del 802 Escuadrón (Base Aérea de Gando, Ala 46), así como de los helicópteros Puma del 801 Escuadrón SAR (Base Aérea de Son San Joan, Ala 49), a finales del siglo pasado, la detección y control de la corrosión en estos sistemas de armas ha sido una constante para la unidad. Así, mediante suplementos operativos elaborados por el Grupo de Ingeniería a los programas de mantenimiento de estas aeronaves, se implantó uno de los primeros programas de control de corrosión en estas flotas.
La dilatada experiencia en la detección de daños por corrosión y los procesos de corrección aplicables han permitido a la MAESMA resolver los problemas que se han ido planteando a lo largo de los años. Uno de ellos ha sido la reciente revisión del helicóptero Superpuma, que presentaba diversos puntos de corrosión y severos problemas en una parte importante de su estructura principal. Después de detectar y evaluar los daños en estos helicópteros, se ha completado su reparación con medios propios.
Destaca, por ser la primera vez que se ha realizado en la unidad, la reparación de daños severos en la parte superior de la cuaderna 2480, que separa la cabina de pilotos del fuselaje principal. Para realizar esta reparación y, ante la escasa información disponible, el Grupo de Ingeniería tuvo que implementar procedimientos acerca de los desmontajes y montajes del techo de la cabina de pilotos, cables de mando, sistema eléctrico y otros elementos, que tuvieron que ser desmontados para realizar esta reparación.
