El pasado fin de semana, ante el incendio forestal en la zona de Los Realejos, en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, el Ejército del Aire y del Espacio dejó patente la efectividad de coordinar medios aéreos de todo tipo en un tiempo récord.
Nuestra aviación militar puso a disposición del gobierno de Canarias un despliegue de efectivos que resultó clave para poder frenar el avance del fuego. Intervinieron medios de todo tipo, un T21 (C295) del Ala 35, que ha realizado transportes logísticos de personal y material desde Torrejón y Málaga a la Base Aérea de Gando; un T22 (Airbus 310) del 45 Grupo, comprometido en realizar los relevos de personal de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desde Morón a Tenerife; un T23 (Airbus A400M) del Ala 31, involucrado en el transporte de personal de la UME de regreso a Morón y, por supuesto, dos hidroaviones UD-14 (Canadair CL-215) del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas, empeñados en la extinción de los fuegos. Estos aviones anfibios, con su capacidad de carga (hasta 6000 litros) y cadencia de descarga, hacen que la efectividad de este medio, en la lucha contra los incendios, sea difícilmente superable.
Los aviones de ala fija y los helicópteros son medios aéreos complementarios en las misiones de lucha contra incendios forestales pero realmente fundamentales. Lo mejor es disponer de ambos tipos de medios, como así ha sucedido en la extinción de los fuegos en Tenerife, donde la buena coordinación y gestión del espacio aéreo del incendio son clave para el éxito de la misión.
Para que los medios citados trabajasen sin problemas, el Mando Aéreo de Canarias ha prestado los apoyos necesarios desde la Base Aérea de Gando y desde el Sector Aéreo de Tenerife.
En total se han realizado más de 101 horas de vuelo, 33 salidas y decenas de horas de trabajo en apoyo a esas aeronaves. Es la contribución del Ejército del Aire y del Espacio a la extinción del incendio en Tenerife, en donde, además, han participado muchas otras instituciones, poniendo en valor la importancia del trabajo en equipo.
