Una formación compuesta por cinco aviones C-101 de la Patrulla Águila del Ejército del Aire y del Espacio sobrevoló ayer la ciudad de Alicante dibujando en su cielo los colores de la bandera de España, con motivo de la salida de The Ocean Race 2023, el acontecimiento por excelencia para los amantes del mar y las regatas.
Los patrulleros realizaron dos sobrevuelos sobre la fachada marítima de la ciudad. El primero alrededor de las 16:15 horas, en el que los aviones lanzaron los humos tintados de rojo y gualda en el momento justo en que se daba la salida a las embarcaciones participantes en esta edición. A continuación, volvieron a pasar frente al puerto donde realizaron un looping ante los miles de espectadores que allí se congregaban, antes de enfilar su regreso al nido del águila, la Academia General del Aire en San Javier (Murcia).
Se trata de la tercera ocasión en que la patrulla acrobática española, reconocida como una de las más espectaculares del mundo, vuela a Alicante para brindar sus acrobacias y dotar de espectacularidad a este importante evento mundial. Antes lo hizo en las ediciones de 2014 y 2017.
Heredera de una tradición aeronáutica tan antigua como el propio Ejército del Aire y del Espacio, la Patrulla Águila alza el vuelo el 4 de junio de 1985 desde la base aérea de San Javier. Lo hace impulsada por el interés y esfuerzo de un grupo de profesionales de la Academia General del Aire, en un primer vuelo llevado a cabo por cinco aviones CASA C-101. Posteriormente se incorporarían otras dos aeronaves hasta completar la formación de siete que en la actualidad realizan las exhibiciones de la patrulla dentro y fuera de nuestras fronteras.
Desde entonces, treinta y siete años cumpliendo la misión para la que fue creada: “representar a España y al Ejército del Aire y del Espacio en eventos, mostrando con orgullo los colores de la bandera nacional”, según reza su página web oficial. Pero además, dar a conocer la profesionalidad de nuestras Fuerzas Armadas, promocionar la industria aeronáutica española, ser ejemplo de disciplina en vuelo, dar realce a importantes manifestaciones de la vida regional, nacional e internacional y, por último, promover entre la juventud el interés aeronáutico.
Siete pilotos coordinados al milímetro por el ‘jefe’ desde tierra
El ‘jefe’ de la patrulla es el responsable del equipo. Se encarga de tomar las decisiones y es además el 'Zorro', piloto que desde tierra vela por la seguridad durante las exhibiciones y coordina las pasadas para que estas salgan con la mayor precisión posible. Los siete pilotos a bordo de cada una de las aeronaves se distribuyen de la siguiente manera: el ‘Líder’ que es el puesto de mayor responsabilidad en la Patrulla Águila, ya que de su pericia a los mandos del C-101 depende en gran parte el éxito de la exhibición; el ‘Águila 2’ o ‘Punto Derecho’, primer avión a la derecha del ‘Líder’, que da estabilidad a ese ala de la formación; el ‘Águila 3’ o ‘Punto Izquierdo’, primer avión a la izquierda del ‘Líder’, para dar estabilidad a ese otro ala; el ‘Águila 4’ o ‘Perro’ que vuela siempre detrás del ‘Líder’; el ‘Águila 5’ o ‘Solo’, encargado de llevar el avión a sus límites de la forma más segura y espectacular; y el ‘Águila 6’ o ‘Par Derecho’ que realiza, junto al ‘Águila 7’ o ‘Par Izquierdo’ las maniobras de máxima precisión y coordinación entre aviones.
Durante las exhibiciones, los siete aviones evolucionan primero juntos, realizando diversas maniobras acrobáticas con distintos tipos de formación. De este modo se pone de manifiesto la gran compenetración, coordinación y precisión de los pilotos cuando realizan sus vistosas maniobras. A continuación, pasan a una fase más dinámica, en la que se produce la rotura de la formación y los aviones se separan en tres grupos: el Solo, el Par, y el Rombo. Aquí, cada elemento maniobra de forma coordinada con los otros, alternándose en la ejecución de las maniobras que se realizan siempre frente al público. Finalmente se realiza un sobrevuelo final dibujando con los humos la bandera nacional. Todo ello teniendo siempre en cuenta la máxima seguridad, tanto del público como de los propios pilotos de la patrulla.
Realizan hasta diez formaciones compuestas por todos los aviones, con denominaciones como Águila, Cuña, Delta o Mirlo, entre otras, y más de veinte figuras, con nombres como Corazón, Cruce del Rombo, Looping en Poker, pasada en T, Pasada Mirlo, etc.
El vuelo de la Patrulla Águila puso el broche final a una serie de actuaciones musicales, vuelos de drones, y espectáculos temáticos diversos en una ceremonia de apertura previa a que los once equipos participantes en esta decimocuarta edición de la Vuelta al Mundo a Vela desplegaran sus velas, por quinto año consecutivo, desde la ciudad de Alicante. Desde ese momento abordan una aventura emocionante, dura y arriesgada a partes iguales, a bordo de los IMOCA con foils y los monotipos VO65, las dos clases de embarcaciones que compiten este año en dos categorías diferentes.
