De acuerdo a un reciente estudio realizado por los Marines de los Estados Unidos en sus operaciones en Afganistán, uno de sus miembros moría o era herido cada 50 convoyes de combustible y agua que escoltaban. Del mismo modo, uno de cada 17 de esos convoyes era paralizado y afectado por la acción de artefactos explosivos improvisados.
El 70% de los requerimientos logísticos en operaciones son agua y combustible, y la mayoría de ese combustible es utilizado para el funcionamiento, climatización y apoyos de las Bases Avanzadas, gastando en la actualidad una compañía (150 soldados) lo mismo que un batallón (1000) en el año 2001.
El Segundo Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (SEADA), como Unidad de referencia en el área de ingeniería, está en plena fase de adecuación de sus medios para afrontar de forma eficaz este reto de gasto energético en operaciones, adaptándose a las nuevas tecnologías y necesidades.
Dentro de este esfuerzo general de idoneizar su Centro Procesador Desplegable de Energía inteligente y modulable que incluye energías renovables y sistemas de acumulación de energía, también ha contemplado la utilización de vehículos eléctricos para la realización de servicios de apoyo y seguridad en las bases desplegables.
Los primeros vehículos eléctricos recibidos serán cuatro ebikes Brinco de fabricación española, y que en coordinación entre empresa y unidad, se han adecuado para un uso en un entorno más exigente, aumentando su robustez y capacidad de carga, así como aumentando su autonomía entre cargas.
Si bien estos vehículos no son los primeros de propulsión eléctrica en el Aire, ejército innovador en este área, si son las primeras E-bike de las Fuerzas Armadas.
Su utilización reducirá notablemente el gasto de combustible, reduciendo asimismo la huella logística de los despliegues del SEADA.
De nuevo, la unidad hace gala de su lema: Nulli Secundus (segundos en nada).
