Este sitio web está gestionado por el Ejército del Aire (Ministerio de Defensa) y utiliza cookies propias y/o de terceros con la finalidad de conocer los hábitos de navegación del usuario, realizar estadísticas y ofrecer contenidos adaptados a sus preferencias. El usuario puede aceptar todas las cookies pulsando el botón 'Aceptar', así como rechazarlas y personalizar cuáles desea deshabilitar, accediendo a como modificar la configuración de las cookies. Para obtener más información, puedes consultar nuestra Política de cookies.
Durante el recién finalizado ejercicio Sirio 2020, principal adiestramiento anual de las unidades del Ejército del Aire, el Ala 15, como el resto de unidades, se ha volcado poniendo a disposición sus medios, capacidades y vocación de sus miembros.
El objetivo de este ejercicio es mantener el necesario grado de entrenamiento y alistamiento de las fuerzas para cumplir con las misiones que realiza permanentemente y aquellas otras que se le puedan encomendar.
El personal de mantenimiento realiza una importantísima labor que supone la base sobre la que se sustenta la operatividad del Ala15. Todas estas personas, movidas por su vocación y profesionalidad, son líderes dentro de una estructura perfectamente organizada.
Una de las pruebas que se evalúan en el Sirio se basa en establecer en los aviones F-18 una configuración aire-aire y una aire-suelo. Como parte del ejercicio y, con el objetivo de evaluar el entrenamiento del equipo de armeros, el mando, sin aviso previo, requiere un avión con misiles IRIS-T, Taurus y Cañón, midiendo el tiempo de montaje contemplando todos los estándares de seguridad.
El equipo de armeros pone a prueba en estas evaluaciones sus competencias de aptitud, motivación y trabajo en equipo, dando lo mejor. La precisión y la sincronización son importantes, cada persona es una pieza fundamental para lograr el objetivo común, donde no se deja nada a la improvisación.